21. Esperanza perdida

569 61 21
                                    

Las horas se sentían eternas, y el juego parecía no terminar.

Llevábamos aproximadamente cinco rondas que se sentían como diez; y con cada una, todos en el grupo de Urumi parecían desconfiar más de los otros.

-¿Segura que te sientes bien? -preguntó Ippei, mientras Chishiya me ofrecia una botella de agua-. Te ves muy pálida

-Si -murmuré y tomé un gran trago de agua-. Solo es una pequeña migraña.

-Es por estres- dijo Chishiya, acomodándose a mi lado-. Pero no se que te estresa tanto, nosotros estamos bien.

-Si, pero seguimos atrapados aqui- dije entre dientes. Sentía que con cada segundo que pasaba, iba perdiendo un poco más la cordura.

Sentí la mano de Chishiya sobre la mía, y él chico me dio un ligero apretón que hizo que soltara una gran bocanada de aire y cerrara los ojos.

-Lo siento, es solo que... Parece que esto jamas terminará.

-Lo hara- dijo Chishiya, mirando discretamente a nuestro alrededor-. Y, honestamente, no creo que tomé mucho tiempo.

-¿Porque dices eso?- pregunto Ippei, ganándose una mirada un poco juzgona por parte de mi novio.

-Tienes mucho que aprender del mundo- se limitó a decir.

Había logrado que Chishiya se volviera un poco más sensible en su forma de habar y expresarse hacia personas como Kuina y yo, pero ante extraños, seguía teniendo esta mascara de "chico duro y sin sentimientos" que a veces podía parecer bastante insensible, sobre todo ante los ojos de personas como Ippei, extremadamente sensibles e inocentes.

-Estas preocupada por el grupo también, ¿no es así?- dijo Chishiya, notando mi silencio.

-En parte, si.

-¿O es por la chica de azul?

-Urumi, y no, no me preocupa tanto ella. Cualquier daño que me pueda hacer solo será colateral- dije, mostrando mi muñeca, aún algo enrojecida.

-Yo insisto, yo podría...

-No- lo interrumpi-. No le vas a hacer nada. Tu mismo lo dijiste, ella no es el Jack, solo es una niña desquiciada que quiere tener la razón y el poder.

-Aun así, no me agrada que te haya lastimado- dijo, tomando mi muñeca con cuidado, y pasando su pulgar alrededor de la marca rojiza con delicadeza.

-Me sorprende como parece dos personas diferentes- dijo Ippei, que inmediatamente abrió los ojos con sorpresa, al darse cuenta de que había hablado en voz alta.

-¿Hablas de Chishiya?- me reí, y las mejillas de Ippei se volvieron rojas-. No, no... no te avergüences... Chishiya es un hueso duro de roer, pero no le tengas miedo- lo voltee a ver y mi novio rodó los ojos.

Tomé su mano, y su mirada se suavizo. A veces pensaba lo mismo que Ippei, que el Chishiya que yo conocía era uno completamente diferente al que parecía ser con las demás personas... y eso era algo que me intrigaba demasiado.

Estaba sentada, escondida entre los estantes de comida. Podía escuchar a la perfección las voces del grupo de Urumi, o al menos lo que quedaba del grupo.

Llevábamos diez rondas, y en su grupo solamente quedaban cuatro, era cuestión de tiempo para que se mataran entre sí.

Suspire con pesar y cerré los ojos, tratando de escuchar lo que el pequeño grupo decía al otro lado de la sala.

-Es un diamante- dijo una voz masculina, algo temblorosa.

-Si, un diamante- dijo la otra chica del grupo, a parte de Urumi.

El lobo y la oveja [Shuntaro Chishiya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora