5. Nos volveremos a ver

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Estábamos todos sentados en la sala. Arisu, Chota y Shibuki comían bocadillos mientras yo vendaba el torso de Karube.

-Gracias- dijo cuando terminé, y suspiro con pesar-. Si logramos llegar a esa playa, tal vez logramos encontrar algo.

-¿Como, a las personas que desaparecieron?

-Tal vez un refugio. Tal vez haya gente ahí.

-Hay tres playas cercanas, y aun así nos tomaría mucho tiempo el llegar

-¿Intentaremos ir? -pregunté tomando unas frituras de la mesa.

-No hay opción más que confiar en esa voz.

-¿Cuanto tardaríamos en llegar?

-Podemos jugar otro juego mañana para conseguir más días, tal vez así lleguemos más seguros a la playa- dijo Karube.

Todos lo miramos, sin estar completamente convencidos de lo que decía.

-Iré a esa playa a como de lugar -murmuro molesto-. Haré lo que sea. Aún tenemos esperanza.

Arisu se puso de pie y se retiro del lugar, despues de unos minutos me preocupe por él y lo fui a buscar.

Estaba de pie en el balcón, miraba al horizonte en completo silencio, podía notar que algo andaba mal. Volteo a verme y su mirada se volvió obscura, casi como si estuviera aterrado. Lo mire con más preocupación y di un paso al frente.

-¿Arisu? -no respondió-. ¿Qué pasa?

-Nada -se limitó a decir y volvió a ver el horizonte.

-¿En serio no dirás nada? -insistí.

-¿Cómo que?

-Tal vez... ¿un chisme? -me encogí de hombros-. Yo tengo uno.

Él rio apagado y negó con la cabeza. Después su expresión se puso sería por completo, y por alguna razón, me asuste.

-La señora que murió... fue mi culpa. Soy un monstruo.

-No- replique-. Tu nos salvaste Arisu. Me salvaste -tome su mano para consolarlo-. Tenía miedo, y... no quiero morir así, yo...

-Jamás lo permitiría -apretó mi mano.

-No es tu culpa- insistí-. Ninguno está aquí por elección propia, tenemos que jugar, sin importar el bando que nos toque, si queremos sobrevivir.

-Quiero sobrevivir- me miró a los ojos por primera vez desde que comenzamos esa conversación-. Quiero que tú sobrevivas.

Sonreí como respuesta y lo abrace.

-Entonces... -murmuró-. ¿Cuál es el chisme que tienes?

Reí, y negué varias veces, para después recargarme en el barandal y suspirar.

-Shibuki y Chota -dije, y él me volteo a ver confundido-. ¿En serio no lo has notado? -negó-. Hay algo ahí, estoy segura.

-¿Algo como...?

-Arisu- reí-. Es maravilloso que a pesar de todo lo que esta pasando, Chota parece estar feliz con ella. Me alegro por él. En estas situaciones no ha de ser sencillo...

-¿Encontrar a alguien? -me interrumpió, y asentí como respuesta-. A veces ni siquiera en el mundo real es sencillo -continuó con la mirada perdida en el horizonte.

-¿Tenías a alguien? -me miró confundido-. Ya sabes, como Karube -suspire-. Quería pedirle matrimonio a la chica con la que estaba... ¿saliendo?

-Nunca me lo dijo.

El lobo y la oveja [Shuntaro Chishiya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora