El lobo y la oveja [Shuntaro Chishiya]

16. Reyes y Reinas

El clima era fresco. Chishiya me había dado su cardigan, y estábamos de pie el uno junto al otro. El chico tenía sus manos dentro de sus bolsillos como una forma de esconder que también tenía algo de frío.

Kuina estaba sentada en el suelo, mientras Arisu y Usagi miraban la pantalla gigante frente a nosotros que decía "Next Stage Start"

-Todavía no ha comenzado nada- murmuró Arisu.

-Ya paso como una hora -suspire.

-Quizá olvidaron apretar el botón de inicio -se burlo Chishiya.

Arisu lo volteo a ver con expresión seria, y rodó los ojos con disgusto.

-¿Ni siquiera van a decirnos las reglas? -pregunto Kuina-. ¿Entonces que?

Usagi comenzó a mirar a nuestro alrededor, y nos hizo un ademán de que guardaramos silencio.

-Escucho algo- comentó.

Nos acercamos a donde la chica observaba, y varios autos se comenzaron a acercar a nosotros. Eran de la playa, de eso estaba segura.

-¿Qué hacen aquí? -pregunto Arisu a unos chicos que bajaron de un auto.

-Vimos los dirigibles- contesto uno.

-Escuchamos que la siguiente etapa comenzará- concluyó la otra.

-Bueno...- comenzó Arisu, pero antes de que siguiera, un disparo atravesó al hombre con el que estaba hablando de una manera brutal. Di un salto por el ruido que causó.

Retrocedí ligerame, sientiendo mi corazón palpitar en mis oídos, y el miedo crecer. Chishiya tomó mi mano, y me puso detrás de él, como si tratara de protegerme.

Otro disparo, esta vez a la mujer. Esas no eran pistolas normales.

Los cuerpos estaban casi partidos por la mitad. Sentí nauseas, pero el chico me tomó con fuerza y me empezó a jalar lejos de ahí. Otro disparo.

-Hay que irnos- dijo, al grupo en general, y apretó mi mano con más fuerza, mientras comenzábamos a caminar-. Eso es un rifle antitanques. No sirve de nada esconderse en un auto.

Me sorprendía lo calmada que podía sonar su voz con todo el caos a nuestro alrededor. De igual forma, me volteo a ver una vez más antes de correr detrás de mis amigos.

-¡Corran, rápido! -grito Arisu, dirigiéndose a una estructura de edificio que no pude identificar como nada específico.

-¿Ya comenzó el juego?- pregunto Kuina.

-No lo se- se limitó a decir mi novio.

-¿Qué hay de las reglas? -murmure con la voz temblorosa.

-Si no hay reglas, esto solo es una masacre.

Sentía todo mi cuerpo temblar del pánico que comenzaba a inundarme. Chishiya me arrastraba con él, detrás del grupo, sin soltar mi mano.

-Ese rifle puede disparar a un kilómetro de distancia- señaló, pero el sonido de los disparos, cambio-. Y eso de ahora es un rifle de asalto

-No podemos saber cuantos son -dijo Usagi-. Y están apareciendo más jugadores.

-Pueden ser varios enemigos- murmuró Arisu, que era el que estaba al borde del edificio y por ende tenía la mejor visión.

-No sabía que quedaban tantas personas con vida- murmuró Kuina.

-Se están acercando- dijo Arisu, y nos volteamos a ver-. Hay que irnos.

El grupo de chicos salió corriendo, pero yo me quedé ahí, completamente paralizada. Chishiya lo noto y regreso por mi.

Puso su mano en mi mejilla y trato de enfocar mi atención a él, y no en los gritos y disparos que nos envolvían.