capítulo 3

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Dina

Ya había llegado de Milán y estaba muy bonito, bueno que puedo decir, literalmente parece que vivo ahí pero bueno.

Hoy iba a ir ala casa de la señora Beatriz y estaba feliz ya que le llevaba un regalo, que cuando lo vi dije que era el perfecto.

Toque el timbre de la casa y espere unos dos minutos la puerta, era el,el nieto de Beatriz, me sonrió y me saludo tranquila mente, yo lo salude y me dejó pasar.

Entre y la casa era cálida, tenía una decoración muy moderna, y eso me gustó mucho, lo que más me gustaba era que tenía muchos cosas echas de manera, le daba un toque cálido.

Iván me llevo hasta la sala donde se encontraba la señora Beatriz.

-oh,hija ya llegaste de Milán-dijo la señora en su silla de ruedas ya que no podía caminar por su operación

-si y le traje lo que prometí-dije buscándolo en mi mochila mientras me sentaba.

Ella se acercó a mi, mientras su nieto se quedaba en el arco de la puerta.

- no era necesario hija-dijo la señora Beatriz, siempre me había dicho que su sueños fue ir a Italia, pero no lo pudo hacer ya que siempre tenía que cuidar a sus nietos.

-pero yo le dije que si se lo iba a traer, espero le guste, lo vi y dije este es el correcto,espero que le guste.

-bueno déjame ver-le pase la caja de regalo, era un caja de cartón que compre el mismo día que volví de Milán.

La señora Beatriz abrió la caja con cuidado, cuando sacó la tapa de la caja de cartón, agarro el regalo con cuidado.

Le había traído un bufanda color café oscuro con unos pequeños detalles dorados.

-vaya hija está hermosa y ya me faltaba una bufanda de este color, muchas gracias que Dios te bendiga hija-dijo ella para darme un abrazo a lo que correpondi.

-bueno me alegra que le haya gustado el regalo señora Beatriz,en serio-dije yo mirandola, mientras ella se la provaba.

-hijo por que no te vienes a sentar, no te duelen los pies de estar ahí parado-el volteo los ojos y se vino a sentar a un sillón que había en la sala

- bueno señora Beatriz me voy ya que tengo que ir a hacer unas cosa pero, ¿puedo venir mañana por la tarde?-pregunte mientra me podía de pie.

-claro que si hija, mañana tomamos un te y chismeamos un poco.

-bueno me voy, un gusto verla enserio, adiós Iván fue un gusto verte-dije caminado para salir de la sala.

Camine hasta la puerta principal para abrirla cuando Iván me llamó, me voltie para ver a Iván

-hey se te olvida esto otra vez- dijo enseñándome mi celular.

-vaya siempre se me olvida, bueno gracias Iván-dije agarrando el teléfono y dándole un pequeño abrazó.

Salí de la casa y fui directo a donde estaba mi chofer Rodri.

Cuando llegue habían unas niñas a su lado.

-Es ella-dijo una niña muy emocionada.

-Hola-les dije a las niñas.

-Dina, ellas quieren una foto contigo-me dijo mi chófer.

-claro que si, vengan-dije viendo a las niñas.

Nos pusimos en una parte del auto para tomarnos la foto.

-Rodri por favor toma la foto-Rodrigo agarro el teléfono de una de las niñas.

Eran dos niñas y cada una se puso a mi lado.

Sonreí y nos tomamos la foto.

-Muchas gracias Dina-me dijo una de las niñas.

-No hay de que, nos vemos-me subí al auto y espero que rodri lo hiciera.

El se subió al auto y nos fuimos a mi casa ya que tenía que hacer algunas cosas

Iván

Siempre mi abuela me hablaba de una chica llamaba Dina Henderson, siempre me contaba sobre su vida o lo que hacían juntas, nunca le pregunté a mi abuela por que ella estaba en el hospital y ella tampoco nunca me lo dijo, y obviamente no le iba a preguntar a ella...bueno no por ahora.

Era una chica dulce, bueno eso parecía, me gustaba el color de sus ojos era un verde muy bonito un color que me llamo mucho la atención, su pelo era un negro muy oscuro, no se cuantos tipos de color negros existan pero el de ella era el más oscuro, era bajita como un metro sesenta y cuatro o sesenta y cinco, algo que me doy cuenta es que su teléfono siempre lo deja botado y eso me da risa.

Mi abuela siempre me habló de ella y las cosas que hacía o a que se dedicaba y me sorprendí que se dedicará a ser modelo, pero debía ser buena por que mi abuela siempre me dijo que al menos dos veces ala semana iba a Milán por trabajo.

Es una chica que si te soy sincero es muy buena actuando, pero nunca podrá conmigo se que no está bien y no me gustaría preguntarle a mi abuela que es lo que tiene, ya vi que quiero ser su amigo hablar y ayudarla a superar sus cosas y problemas.

Todos merecemos oportunidades y yo quiero tener una oportunidad con ella, verla sonreír de verdad no una sonrisa forzada.

Así que ese es mi sueño era verla feliz, hacerla feliz, por que ella merece mucha felicidad, bastante y yo podré ser quien se la de y lo digo como amigo nada más.

Tal vez te preguntaras ¿por que hacerlo? Y yo te lo voy a decir.

Conocí a alguien que estuvo muy mal y nadie lo ayudo...y cuando yo lo quería ayudar era demasiado tarde.

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Perdón si ahí faltas de ortografias

Tu corazón jamás va a dejar de latir (corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora