capítulo 9

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Dina

-para que estamos buscando recetas de galletas fáciles-dijo mi amiga Anne.

-para hacer galletas para que más-se lo dije con obviedad.

-bueno eso lo sé pera para que,¿vamos hacer galletas tu y yo.

-no tonta sino yo y Iván-seguia buscando recetas.

Estaba buscando hasta que encontré una fácil y sencilla.

-lista la encontré-le dije a mi amiga, ella se acercó y me vio con cara de matarme.

-enserio la que todos hacen, la de chispas de chocolate, me hubieras dicho y te la busco fácil para no pasar horas buscando recetas-Anne siempre siendo dramática.

-uno no pasamos horas buscando y dos si la de chispas de chocolate.

Estaba llendo a la casa de la señora Beatriz para ver a Iván.

Baje del auto y le dije a Rodri que se fuera que yo le avisaba para que me viniera a recoger.

Toque la puerta esperando que Iván me abriera la puerta, pasaron unos minutos y abrió.

-hola desconocida, que vamos hacer hoy-me Di un pequeño abrazó para después dejarme pasar.

-hoy vamos a cumplir un sueño tuyo-le dije y el me ayudó con las bolsas que traía.

-bueno ¿cuál vamos a cumplir?-dejamos las bolsas en la cocina.

-vamos hacer galletas.

-enserio-el me miró con cara de emoción.

-si, aunque no entiendo por qué hacer galletas en un sueño.

-bueno mi abuela siempre hizo galletas con todos mis primos menos con migo-el lo dijo mientras se sentaba en mesa de la cocina.

-por que la señora Beatriz no quiso hacer galletas con tigo-le pregunté sentándose en la silla.

Es muy raro que la señora Beatriz no quisiera hacer galletas con el si lo adora, siempre habla de su nieto.

-bueno mi abuela no lo hizo por que no quería si no por que nunca estaba con ella, siempre me la pase con mi abuelo, lo único que hacíamos yo y mi abuelo era comer las galletas que hicieran.

-vaya, bueno ahora las vas hacer con migo, prepárate okey.

Busque en las bolsas un delantal que compre para mi y Iván.

-que buscas desconocida-se acercó a mi haber que buscaba.

Saque los delantales y se los enseñe.

-no ni loco me voy a poner eso.

-vamos te verás bien-se lo entregue y el puso una cara de asco.

Después el se puso el delantal.

Mi delantal era de color rojo y tenía unas cerezas en todo el delantal y el de Iván era de color verde con unos kiwis alrededor.

Tu corazón jamás va a dejar de latir (corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora