Cap. 22: No tengo prisa...

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No tengo prisa cuando se trata de ti, tengo ansiedad

No tengo prisa por besarte, tengo nervios

No tengo prisa por abrazarte, tengo instintos

No tengo prisa por acariciarte, tengo deseos

No tengo prisa, ninguna prisa

Porque al estar a tu lado se detiene el tiempo

No es  pesadilla y no es sueño

Es sólo la brisa que de tu risa

En mi pecho  hace un riachuelo

De mi corazón serás mi tesoro

Y mi alma dejará esta añoro

No tengo prisa, yo sé bien

Que un día lo entenderás también

Kouga y Miroku regresaron entrada la tarde, sus amigos merendaban en el gran comedor de la casa de Sesshoumaru, Miroku  aún sentía un temblor en su cuerpo y su estomago vacío y revuelto, mientras que Kouga lo vigilaba con preocupación…

-          Estoy bien… - le dijo sonriéndole Miroku justo antes de llegar con el resto

-          ¡Miroku!-  Inuyasha no escondió su felicidad de encontrarse con el editor, quién alzó la vista hasta Inuyasha

-          ¡¿Inuyasha?! ¡¿Qué te pasó?! ¡te ves estupendo!! – se acercó, Inuyasha corrió hasta él y lo abrazó con fuerza… - ¿Qué ha pasado aquí? Me he perdido el cambio…. – Miroku lo miraba, al notar la presencia de Jakotsu y Bankotsu no le costó hilar las ideas…

-          ¿te gusta? ¿Cómo me veo? – Inuyasha no cabía de felicidad, se la ha pasado sonriendo y teniendo charlas cortas con todos, lo que a  Sesshoumaru le daba gusto verle tan lleno de vida, aunque ansiaba poder estar a solas con el chico ahora más que nunca….

-          Te ves increíble, de haber sabido que eras así de sexy … - de inmediato sintió las miradas asesinas de Sesshoumaru y Kouga sobre él… - jeje sólo estoy bromeando… yo sólo tengo ojos para ti Kouga – el mencionado se ruborizó y en un intento por  ocultarlo… se giró…

-          No dije nada – respondió entre dientes malhumorado…

-          Pero a que lo has pensado… ¿no Sessh? – Miroku molestaba a Sesshoumaru, quien se acercó  tomando de la cintura a Inuyasha y jalándolo protectoramente hacia él, Miroku arqueó la ceja impresionado de su actuar…

-          Me temo que no pienso dejarlo en manos de nadie más… ni siquiera las tuyas amigo mío… - Inuyasha se puso sumamente rojo y escondió su cara sonriente contra el fuerte pecho de Sesshoumaru

-          No me digas que al fin… - ante la sonrisa carismática de Sesshoumaru no necesitaba hacer muchas preguntas… - waaaaa ¡felicidades!!! – Miroku los abrazó a ambos, estaba tan feliz por ellos que casi se pone a  llorar – no puedo creer que me lo he perdido… bueno no me extraña, así como te ves, es para que se te fuera encima – Inuyasha se sonrojó mucho más – oye Bankotsu tienes que prestarme a Jakotsu, yo también quiero cambio de imagen…

Masochist: adicto al dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora