Cap. 24: Futuros inciertos parte uno.

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Estaciones de amor, estaciones de mi corazón…

Estaciones todas que de los amantes dan razón...

Bella y viva primavera… se enamoran

Cálido y mojado verano, se entregan

Venturoso y airoso otoño, se conocen

Frío y solitario  invierno, se separan

- poema inconcluso-

- Fukaimori -

Sesshoumaru lo besaba apasionadamente, Inuyasha sentía como el calor de su cuerpo se le subía a la cabeza, lo empujaba hacía abajo suavemente, cada vez más intensamente, su lengua le imponía ritmos llenos de deseo a su boca, irrumpía en ella con fuerza y determinación de robarle hasta la última respiración, sustituyéndola con sonoros suspiros y jadeos, la mano derecha de Sesshoumaru abrió con sutileza la yukata de Inuyasha, acariciando su pecho, masajeando, quería que se relajara, pues ante sus acciones el chico no pudo evitar tensarse un poco…

-          Inu – Sesshoumaru lo miraba, sonrojado y jadeante y le parecía hermoso tenerlo sólo para él, acarició su rostro y besó suavemente acariciando labios con labios… - Inu – repitió con aquella sensual voz que hacía estremecer cada fibra de Inuyasha, y erizar cada poro en su piel…

-          Sessh – dijo jadeando a falta de aire…

-          Te amo  - dijo sonriéndole sugerentemente, el rojo tiñó la cara de Inuyasha haciéndole girar por la vergüenza, Sesshoumaru abrió más la yukata, su pecho estaba desnudo

-          Aghhh – un ligero gemido salió de los labios de Inuyasha y de inmediato, presa del pánico, cubrió su boca avergonzado al sentir los dedos fríos jugar con uno de sus pezones…

-          ¿te duele? – preguntó deteniéndose, Inuyasha negó aun cubriendo su boca… - ¿te gusta? – asintió - ¿puedo seguir? – volvió a asentir completamente apenado, jamás creyó que Sesshoumaru lo tocaría ni que intimarían, estaba muy nervioso… - avísame si te duele aunque sea sólo un poco, no quiero lastimarte… - le besó y acarició esos pezones rosados, con la yema de sus dedos hacía círculos  y sentía como Inuyasha se retorcía debajo de él… Sesshoumaru se sonrió, jamás le había visto esa sonrisa antes, era algo retorcida y pervertida y no hizo más que excitar mucho más a Inuyasha quien se mordía los labios para no gemir…

-          Aghhhh mmmm – se obligaba a callar pero sabía que su entrepierna terminaría por delatarlo tarde o temprano, pues ya empezaba a endurecerse…

-          No tienes que guardar tu voz – Sesshoumaru lamió su cuello tensando toda su espina dorsal – déjame oírte – le suplicó con voz grave y profunda en el oído que pronto invadió con su lengua sin dejar de atender los pezones…

-          Aghhhhhhhhhhhh no… no hagas eso… aghhhh no juegues así aghhh Sessh… no…

-          ¿no te gusta?

-          S…si…

-          ¿entonces? Dime que te gusta, haré lo que quieras…todo lo que te guste, todo lo que me pidas te lo haré…  - bajaba desde su cuello hacia el pecho llenando de besos y lamiendo, dibujando las líneas delicadas pero firmes de la musculatura de Inuyasha…

Masochist: adicto al dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora