Cap. 29: Hasta que el amor se acabe...

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¿Cómo saber que es amor verdadero?

Llévalo al límite, pruébalo contra fuego

Hazlo girones y nieve ante hielo

Hasta que el amor se acabe

No sabrás lo que pudo ser

Hasta que el amor se acabe

Entierra mi ser, déjame libre, destrózame

Pero no te vayas, no me dejes

No me dejes, hasta que nuestro amor se acabe.

Había caído la noche, Kohaku se había jurado no hacer nada para retener a Hakudoshi, no le rogaría, no le pediría explicaciones, si el amor entre ellos se había acabado entonces no había nada que hacer… pensaba aferrado a su almohada, tragándose las lagrimas que pro orgullo no quiere derramar… escucha unos pasos a lo lejos en el pasillo y se aferra más a su almohada, se cubre con las cobijas y aguanta la respiración…

-          Oniichan ¿Por qué estamos despiertos a esta hora? – la pequeña Kana se tallaba los ojitos mientras su hermano mayor la lleva cubierta por una manta y la llevaba en su brazo derecho mientras con el izquierdo carga una maleta con las cosas de la niña, él no planea llevarse nada “llegué aquí buscándote, con el corazón en las manos, sólo eso, no traía nada conmigo, así que me iré como vine… y sólo habré sido parte de un sueño inacabado… Kohaku…”

-          Shhh no hagas ruido despertarás a alguien, nos vamos de viaje Kana..

-          ¿de viaje? Pero… ¿y Sango oneesan? ¿y Kohaku Oniichan?

-          Ellos… no vendrán…

-          Pero ¿Por qué? – Kana se notaba confundida y sufría profundamente - ¡¿es que ya no vamos a verlos?! – alzó la voz llena de angustia, Hakudoshi no sabía cómo explicarle a la pequeña las cosas…

-          Es… complicado, Kana, lo siento pero debemos irnos, no debemos ocasionarles más problemas a esa gente

-          ¿esa gente? ¿acaso ya no somos parte de su familia? – familia, como le pesaban a su hermano aquellas palabras, abrazó con fuerza a la pequeña y no pudo contener algo de llanto que pronto se obligó a secar …

-          Ellos no son tú familia, Kana… sólo me tienes a mí – la niña comenzó a llorar

-          Yo creí, que eras feliz hermano… yo lo era… mucho – dijo con el corazón destrozado… Hakudoshi la abrazó, Shippou los esperaba afuera… - creí que habíamos encontrado nuestro lugar… al fin… que éramos una familia… - cada palabra inocente de la pequeña eran como puñaladas en el corazón de Hakudoshi, quién al dar una última mirada hacia atrás con mucho dolor y nostalgia descubrió que no estaban solos

-          Ko…ha… ku… - el chico en pijama estaba con los brazos cruzados mirándolos en cuanto fue nombrado comenzó a derramar lagrimas gruesas…

-          ¿te vas? – dijo con voz apagada mirando hacia el piso…

Masochist: adicto al dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora