Masochist: adicto al dolor.

Cap. 14: Había una vez... una pesadilla...

¿Qué tan fuerte es mi corazón?

Cuando a cada rechazo tuyo se quiebra sin razón

Ahora estoy del otro lado del sueño

Esperando tu abrazo y tu beso

Abre los ojos y ven a mí

Rompe el silencio y llega aquí

Abatir tus  pesadillas igual no  me importaría

Recuerda: todo mal sueño  se acaba al iniciar el día

LA mañana había sido especialmente deliciosa ese día sábado, Kohaku, Hakudoshi y sus dos hermanas fueron al zoológico para que Kana pudiera ver por primera vez a los animales…

-          ¡niisan cárgame quiero ver a los elefantes!! – decía estirando sus manos hacia su hermano y alzando su cuerpo parándose de puntas…

-          Hai hai  - Hakudoshi la levantó y la sentó sobre sus hombros detrás de su cabeza, la niña se sostenía de sus cabellos pero sin tirar fuertemente… - ey Kohaku ¿no quieres un refresco o algo? – preguntó sonriéndole a su novio, Kohaku estaba nervioso, quizás a Hakudoshi no le parecía así, pero para él todo era diferente ahora que ha aceptado que sean pareja de forma oficial – toma ¿aun es tu favorita la soda de naranja? – como no obtenía respuesta hizo lo propio, comprando para él y para la pequeña – Kana por favor no vayas a bañarme de refresco

-          Si oniisan tendré cuidado ¡waaaa mira los leones!! – dijo jalando el cabello de su hermano para indicarle el camino

-          ¡no soy un poni!!

-          Gomen ¡anda vamos!!

-          Si ya voy ya voy , ven,  Kohaku no te alejes de mí – tomándolo de la mano, Kohaku trató de zafarse pero al ver la cantidad de gente decidió mejor no hacerlo o se separarían

-          ¡Ane ue no te quedes!! – pidió a su hermana pero pronto la perdió entre la multitud

-          Tranquilo ya la encontraremos la esperaremos en los leones, escuchó que veníamos hacia acá – mientras Kana disfrutaba la vista de los felinos, Hakudoshi acariciaba ligeramente con su dedo pulgar el dorso de la mano de Kohaku, quien se giró para mirar cómo se sonreía sin aparentemente prestarle atención, sonrojando a Kohaku que tomó con más fuerza la mano, dejando sorprendido a Hakudoshi y obligándole a voltear… de pronto el rugido del león macho hizo a todos hacer gran alarido y en medio del gentío que estaba muy ocupado grabando el momento Hakudoshi se inclinó ligeramente sin tirar a su hermanita que seguía jalándole del pelo por la emoción y besó a Kohaku en la frente… - te quiero… - le dijo dejándolo en shock – me haces tan feliz – sonriendo para después seguir siendo llevado como mula de carga por su hermanita, saliendo de los leones encontraron a Sango

-          Quiero ir al baño oniichan – dijo Kana sonrojada Hakudoshi la bajó de sus hombros

-          Yo la llevo ven Kana chan dejémoslos un rato a solas,  los veremos en media hora en las jirafas ¿está bien? – dijo Sango sonriéndoles