Cap. 38: Epílogo 2: Hasta que sea ceniza....

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No sólo se une el cuerpo

Son dos, en un solo nombre

En un solo sentido y sentimiento

Lo digo como hombre

Lo digo y no miento

Te amo como nunca

Y muero en cada beso

Nuestra unión será eterna

Brilla en firmamento

Ya ha sido encarnada

En más puro enamoramiento

Ahora sé lo que es vivir enamorado

Ahora sé lo que es morir por amor

Ya no temo al pasado y su dolor

Ahora miro el futuro con clamor

¡Ven a mí dulce alma danzante y desnuda!

Ven a mí que mi espíritu quiere jugarte una travesura.

Y si mis besos no son suficientes

Te daré mil suspiros ardientes

Te daré el calor de mi vientre

Y la imaginación que hay en mi mente

Eso ofrezco mi querida musa,

Objeto de contemplación divina

Soy todo tuyo, hasta que sea ceniza.

- Estamos reunidos aquí para hacer oficial la unión espiritual de dos almas que han encontrado su otra mitad y como el padrino de dicha unión me han pedido decir unas cuantas palabras - se escuchaba una música suave de fondo, mientras el padrino levanta la copa en señal del brindis, había sido una ceremonia hermosa y los novios lucían llenos de alegría y dicha... claro que como todo gran evento las cosas habían salido como ellos lo habían planeado semanas atrás...

Las cosas en casa de Kohaku iban acomodándose, una vez que Kana les fue devuelta, y bajo la insistencia de Hakudoshi de por medio, terminaron por ser declarados tutores de la pequeña, lo que, de algo forma retorcida en la mete ya torcida de su novio, había dado como consecuencia que se sintiera oficialmente suyo...

- Hakudoshi ¡quiero estar sola!!! - Kohaku a escuchado como Kana, que ahora ya tenía casi 10 años, empezaba a muy temprana edad a no ser el terrón de azúcar que solía ser con su hermano mayor

- Ka..Kana...- preocupado por el altercado Kohaku se asomó hacía el pasillo donde se llegaba a la habitación de la niña

- ¿Qué pasó esta vez? - preguntó con las manos ocupadas en la cena, Hakudoshi tenía un semblante pálido, sus manos temblaban, se ha quedado parado afuera de la puerta con los ojos abiertos de par en par...

- Se ... enojó porque le dije que no podía salir con un muchacho - Hakudoshi dio un hondo suspiro y aminó hasta Kohaku, colgándose de su cuello

- ¡ey baka!! ¡no puedo aguantar tu peso!! ¡levántate o nos caeremos los dos!! - había un esfuerzo por no tirar la masa para panqueques que tenía en el molde en sus manos a la vez que hace fuerza en las piernas para no terminar en el piso por el peso de su novio sobre él...

Masochist: adicto al dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora