Kim Sujin una chica de 25 años con mala suerte en el amor, decide instalar lo que ella cree que es una app de citas llamada Sistema de Seducción.
Un día una falla en el sistema la hace entrar a la aplicación y deberá conquistar el corazón de 7 chic...
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Tuve que pasar la noche en la recepción del hostel debido a que mis queridas compañeras no me permitieron el acceso a la habitación, fue una noche dura pero corta.
El día siguiente era de total descanso, no había actividades programadas y cada quien podía hacer con su tiempo lo que quisiera, por lo tanto yo me dediqué en un principio a buscar al profesor pues quería aclarar todo lo ocurrido en la noche anterior. Sin embargo, por más que busqué en todos los rincones de la isla no lo encontré.
Decidí dar un paseo por la playa, había bastante gente, jugando, caminando, corriendo, divirtiéndose. Pude ver familias pasando un agradable día al igual que parejas teniendo citas, sentados en la playa mostrando su amor públicamente.
Di un largo y pesado suspiro para después dar por finalizado mi paseo por la playa y adentrarme en una calle llena de restaurantes, me moría de hambre e imaginaba que Tannie también estaría hambriento.
—Tannie... —al escuchar el llamado, asomó su cabeza en la abertura del bolso. —¿Qué quieres comer?
—¿Puedo comer lo que sea?
—Por supuesto, hoy estoy de buen humor así que pídelo y lo tendrás.
—Entonces quiero dumplings —replicó y sus ojos brillaron. —Amo los dumplings.
—Te doy la oportunidad de elegir cualquier cosa, ¿y te decides por algo tan sencillo como los dumplings?
—A veces lo sencillo es mejor —volvió a esconderse en el bolso.
Esa bola de pelos no tenía remedio así que fui en busca de un restaurante que vendiera los mejores dumplings de la isla para consentir a mi adorado guía. Al tener una bolsa repleta me dirigí a un parque cercano en el que parecía no haber demasiada gente para que Tannie pudiera comer cómodamente sin ser visto.
Me senté sobre una banca, dejé mi bolsa por un lado, Tannie salió, tomó un dumpling y se sentó junto a mí para degustarlo, sus expresiones eran lo mejor, podía ver fácilmente lo mucho que estaba disfrutando de los sabores que la comida provocaban en su paladar y los colores de su pelaje me indicaban que se encontraba feliz.
Cuando terminó se dejó caer contra la banca con el estómago lleno, soltó un quejido y luego eructó.
—Ups, lo siento —se puso tímido. —Hacía tanto tiempo que no comía una de estas deliciosas comidas que olvidé comer con moderación.
—¿A qué te refieres con "hacía tanto tiempo"?
—¡A nada!—habló rápidamente. —Simplemente es una expresión de mi programación, no hay ninguna otra explicación —se veía nervioso.
—Tannie, ¿hay algo que no me estás diciendo? A veces te siento muy fuera de este mundo.
