Kim Sujin una chica de 25 años con mala suerte en el amor, decide instalar lo que ella cree que es una app de citas llamada Sistema de Seducción.
Un día una falla en el sistema la hace entrar a la aplicación y deberá conquistar el corazón de 7 chic...
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—Tranquila, Su —Tannie intentaba consolarme.
Después de que Namjoon se fue, entré a mi casa y me dejé caer sobre la cama llorando. Ya no quería sentirme así, tan débil y triste pero me era imposible no hacerlo sabiendo que corría el riesgo de no volver a mi mundo nunca.
—Namjoon me odia, Tannie —respondí con mi cara metida entre mis rodillas. —Si no se confiesa, no podré volver jamás.
—Hay que dejar que se calme un poco, sabes que no le gustan las mentiras y enterarse de que conocías a Jungkook aún cuando te lo preguntó debió ser un golpe duro para él —se posicionó frente a mí, levanté la mirada levemente para verlo.
—Entonces, ¿qué debo hacer?
—Dale su tiempo, cuando esté más tranquilo vas y le explicas. No hay que rendirnos —asentí levemente. —Ahora deja de llorar, verte así me parte en dos el programa de mi corazón.
—Ay Tannie, lo que daría por que fueras real —limpié mis lágrimas, el sonrió.
—Yo soy real —me abrazó. —Solo que dentro del juego no soy más que una bola de pelos.
—¿A qué te refieres?
—Olvídalo, ya lo descubrirás —se separó. —Debes arreglar tu maleta, recuerda que te irás el fin de semana con Seokjin.
—Cierto, con tantas cosas en la cabeza se me había olvidado.
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Por fin era sábado por la mañana, Seokjin envio un mensaje diciendo que pasaría por mi dentro de 10 minutos. Estaríamos en casa de su madre todo el día y volveríamos por la tarde del domingo, no sabía como iba a reaccionar ella y a decir verdad tenía un poco de miedo.
Cuando tocaron a la puerta esperé ver a Jin del otro lado pero quien estaba ahí era su manager. Saludó con una reverencia y me indicó que Kim estaba esperando en la camioneta. Mire detrás de él y efectivamente Seokjin estaba sobre la furgoneta asomando su cabeza por la parte delantera para saludar con su mano y regalarme una bonita sonrisa.
Le dije al manager que iría por mis cosas y salía enseguida. Entré nuevamente a mi casa y tomé la pequeña maleta en la que había guardado un cambio de ropa y algunos bocadillos que Tannie me había pedido.
Al tener todo listo salí, cerré la puerta con llave y me dirigí hasta el vehículo, el manager abrió la puerta corrediza, me quitó mis cosas para guardarlas en la parte trasera y yo subí al asiento junto al de Jin.
—¿Ves como puedo secuestrarte con facilidad si quisiera? —hizo referencia al día en que lo confundí con un acosador. —Pude haber mentido con respecto a ir con mi madre y justo ahora llevarte a un lugar desolado para hacer lo que quisiera contigo.
Tu puedes hacer lo que quieras conmigo, no me quejaría.
Sus palabras me hacían tener muchísimos pensamientos que tuve que hacer desaparecer, no quería imaginar algo como eso cuando él ni siquiera mostraba una pizca de interés.
