Kim Sujin una chica de 25 años con mala suerte en el amor, decide instalar lo que ella cree que es una app de citas llamada Sistema de Seducción.
Un día una falla en el sistema la hace entrar a la aplicación y deberá conquistar el corazón de 7 chic...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de tanto tiempo y como cada noche luego de haber salido del Sistema de Seducción, otra vez había soñado con Jin y las palabras que me dijo cuando confesó sus sentimientos.
—No importa la distancia, el mundo o el universo en el que estés, pase lo que pase voy a encontrarte...
Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, su imagen era revivida en mis pensamientos con todo lujo de detalles, me hacía recordarlo como si hubiese sucedido un día antes. Sin embargo, ya había pasado un año. Haberlo elegido a él como mi único amor en el juego también me hizo elegirlo en la vida real y por ello no había podido olvidarlo.
—Su, ¿me estás escuchando? —la voz de Chaeryeong me sacó de mis pensamientos. Llegó muy temprano a mi casa para desayunar juntas pero yo no podía concentrarme.
—Sí, claro que te escucho —tomé un sorbo de mi café y al instante me quejé. —¡Auch! Está caliente.
—Sí, tonta. Eso es lo que te decía —me miró con mala cara mientras se sentaba frente a mí. —Ya dime, ¿qué es lo que te pasa? desde que tuviste ese raro sueño te noto más distraída.
—Ya te dije que no fue un sueño, realmente sucedió —le repetí una vez más. —De verdad que estuve dentro de un juego y ahí conocí a Jin.
—Jin esto, Jin lo otro... Su... ya date cuenta que ese chico virtual no existe, fue solo un sueño. Esa tal aplicación no es real.
—Sí lo es...
—Entonces, ¿Por qué no puedes encontrarla cuando la buscas en la tienda de apps? ¿Por qué desapareció de tu teléfono cuando tú no la desinstalaste? —alzó la voz y yo solo me quedé callada.
Un día la aplicación que tanto había guardado en mi teléfono para mantener vivo el recuerdo de Jin, desapareció sin previo aviso, como si nunca hubiera existido. Quería creer que se debía a que los mismos programadores la bajaron de la plataforma pero ni siquiera habían publicado una nueva versión que no tuviera fallas.
—Lo siento, no quería levantar la voz —se encogió de hombros. —Me preocupa que vivas aferrada a un hombre irreal y sufras por eso. No me gusta verte así.
—Te juro que no fue un sueño —mis ojos comenzaban a cristalizar. —De verdad pasó, de verdad lo conocí y me enamore de él. Eres mi mejor amiga, deberías creerme —tapé mi rostro con ambas manos y mi lágrimas recorrieron mis mejillas.
Escuché el sonido de la silla recorrerse y a los segundos sentí los brazos de Chae rodearme los hombros.
—Está bien, está bien —me dio unas palmaditas. —Te creeré pero deja de llorar.
—L-lo extraño mucho... —me derrumbé entre sus brazos.
