Acorralada

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Pov's Autora

Si las miradas fueran sus armas, cada una ya estaría inconsciente. El odio que destilaba Agatha era evidente, no podía controlar siquiera sus impulsos y necesitaba terminar con ella de una vez por todas. Solamente iba a estar tranquila cuando tuviera el corazón de Daka en sus manos, ese era su propósito.

El choque de las espadas se escuchaba cual eco en alguna cueva. Ludo, Jacob y Helena estaban pendientes de lo que sucedía, alentando a su amiga en todo momento. Sabían que era demasiado buena en esgrima, pero Agatha no se quedaba atrás, su técnica era impecable y lo hacía valer en cada oportunidad.

⸺ ¡Ya es momento de que te rindas, Agatha! — Exclamó la medio vampiro mientras estaba tomando cierta ventaja en la batalla.

⸺ ¡Lo haré cuando atraviese tu pecho! — De un momento a otro soltó un buen ataque.

Las cosas se iban poniendo cada vez más tensas, una que otra herida se ocasionaban una a la otra y de parte de la vampiresa, eran con toda la intención de herir a gravedad.

⸺ ¡Cuidado Daka! — Gritó Helena bastante preocupada.

Aquel grito hizo que ambas voltearan por un segundo, pero ese fue al regreso, Dakaria fue mucho más ágil. En un movimiento dejó desarmada a su oponente y ahora ella le apuntaba con ambas espadas a la contraria. No debería, pero sintió una satisfacción enorme y una sonrisa que a simple vista podía distinguirse.

⸺ No, no...tú no vas a ganarme. — Declaró la castaña y no dudo en lanzársele encima a la menor.

Empezó un juego sucio, pasó del enfrentamiento de esgrima a uno más físico. Daka no dudo en defenderse y sí, también era bastante ágil en batalla pero no tenía la fuerza para retener a la otra, en ese aspecto estaba en desventaja y solo le quedaba tratar de esquivar; uno que otro raspón, posiblemente tendría que tomarse unos días para reponerse, si es que la loca no le mataba. Estaba incontrolable.

Hubo un punto en que la pelinegra falló y quedó contra un muro, de ahí no había escapatoria. Solo pudo ver como su adversaria la tomaba del cuello para estrangularla. Sentía como las afiladas uñas se enterraban en su piel, estaba perdiendo y no podía cuando tres vidas dependían de ella.

⸺ ¡Suéltala! — Gritaron los tres humanos al unísono.

Daka pataleaba mientras sentía poco a poco iba debilitándose, extendió su mano y pudo sentir un objeto, una piedra. No dudo en y con todas sus fuerzas, darle un golpe directo al rostro a Agatha. En principio creía no funcionaba pero una vez más reunió las fuerzas suficientes para hacerlo, escucho un grito y sintió como era liberada. Tosía con insistencia, estaba tomando aire mientras escuchaba los gritos eufóricos.

⸺ ¡Eres una estupida! — Entre lloriqueos pero llena de odio, gritaba y cubría su rostro la Malkavian.

La chica levantó la mirada y pudo ver lo que había hecho, justo se encontró con la mirada ajena. El ojo sangrante de su rival, le había causado un daño que posiblemente era permanente y lejos de eso, le había hecho enfadar como nunca.

Daka se levantó rápidamente y corrió a liberar a sus amigos de esas sogas y cadenas, no supo cómo pero lo hizo en un santiamén.

⸺ Váyanse ahora, corran. — Dio la orden a sus amigos.

⸺ No vamos a dejarte aquí sola, estás loca. — Jacob fue el primero en hablarle, no pensaba moverse de ahí.

⸺ Vámonos todos ahora, no tienes que quedarte. — Está vez intervino Ludo.

⸺ Si nos vamos todos, nos seguirá y eso es más peligroso para ustedes. — La Tepes sabía que huir en grupo no era lo más viable.

⸺ Pero ella también puede hacerte daño, no nos iremos sin ti. — Helena jalo del brazo a su amiga para intentar sacarla del lugar.

La estaca del amor (Segunda temporada de "El libro del destino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora