He llegado por lo mío

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-Pov's Autora-

Las cosas en la casa de los Tepes no estaban bien, para ser precisos en la habitación que las mellizas compartían y es que Sylvania no soportaba todo lo que su adorada hermana estaba haciendole, no era una cuestión de desorden o alterar alguna decoración de dicha habitación. Todo lo contrario, parecía que un inspector llego desde muy lejos para poder avergonzarla sin pudor alguno.

— ¡Daka deja mis cosas en paz! - Grito la rubia con cierto enojo y sonrojo en sus niveas mejillas, mientras se interponía entre la puerta del closet y su hermana.

— Oh vamos Sylv, ¿No quieres que encuentre más cosas de Jacob? - Respondió con una enorme sonrisa y a la vez enseñaba con burla la sudadera del novio de su hermana. — Parece que alguien duerme acompañada durante las noches, que maravilla.

— E-eso no es verdad, el solo me las presta - Por más que disimulara, el nerviosismo y su rubor la delataban, eso lo sabía bastante bien la pelinegra. Ante la mirada tan profunda y burlona de su hermana, no pudo evitar lagrimear un poco, se sintió bastante invadida en su espacio personal, ahora tendría a Daka, haciendole comentarios algo incomodos todo el tiempo, eso le preocupaba bastante.

Por su parte Daka no pudo evitar sentirse culpable por las lágrimas de su hermana, siempre supo que Sylvania era mucho más sensible respecto a esos temas tan...tabúes, afortunadamente entre ambas existía un lazo y una confianza que nadie podría deshacer. — Hey Sylv, lo siento...no fue mi intención hacerte sentir mal, solo que si Jacob viene a dormir contigo, no le veo nada de malo - Apoyo su mentón en el hombro de la rubia. — No estoy juzgandote o burlandome, es normal. Tu y el, eran novios desde antes que Murdo y yo, no debes avergonzarte de tener intimidad con el.

— ¿L-lo dices en serio? - Pregunto con su voz tan apacible como de costumbre, le alegraba saber que compartían esa conexión aún y que por más alejadas que estuvieran, siempre seguirían siendo tan unidas. — ¿Tu y Murdo...ya?...Tu sabes.

— Si, y dejame decirte que todo el tiempo, empez....

— ¡Daka! - Interrumpió la rubia con una sonrisa y el sonrojo a todo lo que da, no necesitaba saber lo que ese par hacía en sus tiempos a solas.

La noche transcurrió de lo más divertida, las mellizas hablaron de todo lo que les había pasado en todo el tiempo que han estado separadas, las risas y los comentarios burlescos nunca faltaron, incluso Sylvania entro en ese juego. Finalmente ambas cayeron en los brazos de morfeo y durmieron placidamente, por primera vez en mucho tiempo, la familia volvía a estar completa, lo cuál se sentía bien para todos.

En otro lado, para ser precisos en el bosque, cierta vampireza paseaba en busca de algo que comer y es que los insectos de la cabaña se habían terminado pronto, además no eran sus favoritos, así que como no podía consumir sangre, había que buscar otros recursos. La chica tomo una araña, una de sus favoritas y no dudo en comerla, hasta que fue interrumpida por cierto pelirrojo.

— ¡Wow! Solo una familia que conozco se alimenta de esa manera, tienes que ser...oh oh - Ludo había quedado un poco atonito, no sabía que tan gentil pudiera ser la vampira.

— ¿Uh? Yo...¿Conoces a la familia Tepes? - Se levantó con una sonrisa mostrando sus colmillos.

— Si, yo soy amigo de Sylvania y Daka, ¿Quién eres tu? - Trago grueso al quedar impresionado por la belleza de dicha chica. — Oh disculpa mis modales, soy Ludo.

— Un gusto soy Irina - Mantuvo la extenuante sonrisa. — Eh yo, me tengo que ir...hasta luego.

La chica se retiró, su hermano la estaba llamando telepáticamente y había que acudir a su llamado, sabía que de lo contrario podía crear algo de paranoia en el chico. En cambio Ludo, no había podido salir del estado de embeleso, quedó completamente impactado por la chica y podría decir que solamente le había pasado una vez en toda la vida.

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— ¿Que dices? - Cuestionó la pelinegra frenta al monitor, estaba en plena llamada con su amado vampiro.

— Esta bien, iremos a ese Carnaval, ¿Cuando dices que es? - Pregunto mientras arreglaba las cuerdas de su guitarra.

— Mañana por la noche, es una tradición del lugar para recibir el invierno e involucra antifaces, será divertido para Irina - Argumento la chica con entusiasmo, si algo le gustaba de vivir en Bimbure, era ese festival que precisamente involucra varías bandas de rock, así podrían disfrutar de esos momentos.

— Cuenta con nosotros, ahi estaremos preciosa, te amo Daka - Comento con serenidad.

— Yo a ti Murdo...- Respondió suavemente y colgó la llamada, no podía evitar sentirse feliz por estar con su familia y a la vez con su amado.

Al finalizar la llamada, de otro lado de la casa se encontraba un vampiro que recién había llegado de Vitonia, mostraba una sonrisa siniestra y sin escrúpulos, había escuchado toda la conversación.

— Ah...me hace muy feliz, pero yo He llegado por lo mio y no me ire sin ti, mi hermosa Daks....- Se planteo para despues desaparecer al haber tomado vuelo e ir a ocultarse hacía el bosque.


Hasta aquí el capítulo, se que es corto pero me esfuerzo por que la escuela me tiene atada, prometo actualizar más seguido y creanme que no dejare inconclusa la historia.

Mi inspiración crece cuando veo comentarios y marcan la estrellita ♡

¡AXHIO!

La estaca del amor (Segunda temporada de "El libro del destino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora