La estaca del amor (Segunda temporada de "El libro del destino"

Inicio del fin

Pov's Autor

El silencio en el lugar era sepulcral, no era incómodo, todos los que estaban en el castillo, sabían que afuera una rencilla estaba latente y mucho peor aún, podría traer consecuencias como una guerra a nivel enorme entre razas. Todo por el capricho de una vampiresa que no aceptaba un NO, por respuesta.

Daka miraba de lado a lado, cuidando que ni un solo lobo estuviera cerca del área que le correspondía proteger. Hasta la fecha no había nada, esa era una ventaja. Quizá no había tantos como lo tenían pensando y los que habían ido a campo, serían quienes resolverían el problema desde la lejanía.

⸺ No siento intrusos, creo que por el momento estamos bien. — Espero la mamá de Murdo. ⸺ Iré a ver a Sylvania e Irina.

⸺ Adelante, seguiré cubriendo este lado. — Respondió Daka sin abandonar su posición.

Viorica se alejó y se perdió entre los pasillos.

No muy lejos en el bosque, el escuadrón de Murdo se enfrentaba a una manada de lobos. Todos luchaban con dedicación y concentración. Para ello entrenaban día a día, incluso estaban listos para ese tipo de eventos, sin embargo nunca se habían colado licántropos a su tierra, eso era lo verdaderamente preocupante.

⸺ Están cayendo rápido, eso es bueno. — Soltó Murdo mentalmente.

Dumitru estaba del otro lado y asintió al escuchar los pensamientos de su hijo. Eran demasiados lobos, pero la astucia y el entrenamiento de siglos, lo tenían ellos. Podían decir que aquellos licántropos, eran recién convertidos, parecían no tener experiencia en peleas contra vampiros.

No muy lejos de ahí, Ágatha saltaba de árbol en árbol. Miraba la masacre y como cada vez más, lobos ingresaban a los terrenos de dicho clan. No se detuvo a supervisar a Murdo, sabía que era un excelente guerrero y como tal debía estar teniendo una excelente racha. Su objetivo no estaba allí, así que debía apresurarse antes de que sus aliados temporales se empezaran a dar por vencidos.

————————— Castillo Darko ———————————

La medio vampiro miraba a los lados, intentaba agudizar sus oídos lo más que pudiera, era algo difícil, tomando en cuenta que no poseía al 100% las habilidades de un inmortal.

Avanzó hasta un balcón y pudo percatarse de la tranquilidad, hasta que escuchó un crujido. Eso la alertó demasiado, puso toda su atención en ese punto donde la oscuridad reinaba por sobre la luz de la luna. La mejor idea era avisar a Viorica, pero al querer hacerlo un lobo salto de entre la maleza y si no lo detenía, iba a irrumpir en el castillo.
La Tepes salto y logro darle una patada, estaba lista para el combate y mentiría si no hubiera estado esperando un momento para enfrentar a sus enemigos naturales.

⸺ ¡Largo, perro! — Grito con enojo.

El lycan volvió a querer atacarla, afortunadamente ella era bastante hábil y pudo derrotarlo con facilidad.

Una sonrisa ladina se formó en su rostro y estuvo a punto de dar el golpe para noquear al enemigo, de no ser por unos aplausos que la hicieron salir de su concentración

⸺ Vaya, sí que tienes habilidad...pero ellos no son la gran cosa. — Mencionó la jocosa voz de Ágatha.

⸺ Era evidente que vendrías, tú despecho y la ira hacen que quieras vernos derrotados.

⸺ Tienes razón, Daka. Pero esta vez me aseguraré que solo seamos tú y yo. — Se acercó bruscamente hacia la contraria. ⸺ Somos rivales y solo una saldrá con vida.

Daka frunció el ceño y cuando estuvo a punto de lanzar el primer golpe, el lobo la tacleo dejándola inconsciente al hacerla caer contra una roca.

⸺ Los híbridos son tan débiles...— Exclamó Ágatha. ⸺ Vámonos.