Capítulo 23

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Capítulo 23

Luffy colgó la llamada entrante, y de repente todo le vino de golpe. La manera en la que se había comportado para proteger a sus alfas, esos tres días de angustia para ellos y de un dolor tan bien disimulado para el omega que ni si quiera se había dado cuenta que le dolía, que su omega hace un rato que lloraba, que puede que su ida sin pensarlo demasiado les haya hecho daño. Y quitan a su alfas su mente aun vagaba por los motivos que había tenido su padre para tratarlo de esa manera... Miro al techo mientras su móvil vibro de nuevamente esta vez Zoro.

Se hizo bolita en la cama, y intento dejar de pensar en cosas sin sentido, hacer algo, sentir algo en vez de pensar todo aquello a la vez haciendo que se abrumase y se quedase paralizado... Y cuando se quiso dar cuenta que estaba procesando todo lo que había pasado en los últimos cuatro días, lloro desconsoladamente. Le dolía por fin, algo.

Dragon que subía las escaleras de su casa, escucho el llanto de su hijo y entro. Sentándose al borde de la cama, invadir el espacio físico de su hijo. Desprendió un poco de su aroma para saber si eso tranquilizaría a su cachorro. Luffy al sentir el aroma de su padre se sintió extrañamente confundido. Dragon puso una mano en el hombro del chico.

-Perdóname, cachorro. Lo siento, siento haber sido un padre tan horrible estos últimos días. Solo estaba fuera de mí, no podía gestionar esa presión y no podía creer que perdería a su hijo o no verlo feliz con las personas que sabía con exactitud que amaba. - No quería hacer toda esa mierda, era nada más que un teatro barato. – Luffy se refugio en los brazos de su padre aquella tarde, pero eso no quiso decir que entre ellos la cosas volvieran a ser como antes, el hijo ya no era tan inocente y el padre pensaba que era su responsabilidad.

(...)

A la mañana siguiente como si un nuevo día se tratase, Makino entro por la puerta de su casa con una radiante sonrisa descansa y completamente feliz por haber pasado esas semanas con su familia. Hizo el desayuno para toda la familia con la expectativa de sorprender a sus chicos con su presencia.

Garp bajo en silencio rascándose la cabeza, viendo como su nuera hacia el desayuno.

-Señorita. – El anciano le dio una reverencia a la chica haciéndola reír.

La omega abrazo al viejo con algo de euforia, fue una parte fundamental de su infancia y lo quería.

-Señor. – La mujer hizo una reverencia imitando al anciano, y ambos rieron y empezaron a hablar (chismear)

El siguiente en bajar fue Sabo, abrazando a su madrastra y dejando un beso en su cabeza para olerla y tener ese aroma de nuevo. La mujer pellizco la mejilla del rubio haciéndole un montón de preguntas mientras le daba una taza de café.

Ace bajo arrastrándose por el olor a café y apenas dándose cuenta de la presencia de Makino cuando estaba por el segundo sorbo de su taza, apretó a la omega en su pecho olfateándola y regañándola por abandonarlos. En cuanto la omega coloco el huevo en el sartén otro omega pelinegro salió de su cuarto literalmente usando las escaleras como tobogán.

Cuando Luffy vio a su madrastras corrió hacia ella se acurrucó en su pecho y se quedó allí, Sabo, Ace y Garp suspiraron cuando vieron la cara de total sospecha de la mujer. Olfateo a Luffy y casi pudo saberlo todo en un momento, la angustia, la tristeza, el alivio entre otras como el picor en la nariz de un celo a punto de hacer erupción.

-Mi niño. – Dijo Makino acariciando la cara del que era como su hijo, mirando los ojos del chico con una sonrisa que lo único que hacia era decirle que ya estaba ahí. Sabo tomo el relevo en las tostadas cuando vio como su madrastra simplemente salía de la cocina con su hermano.

They are't bad boys (ZoLawLu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora