❝ your words up on the wall, as you're praying for my fall and the laughter in the halls and the names that I've been called ❞
dónde arlette potter tiene dos locos inmortales intentando matarla.
female harry potter
El Ladrón del Rayo ✔️
El...
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No se hagan amigos del rarito, eso es lo único que tengo para decir.
Conclusión, me reclamaron y pasé a caerle mal a medio campamento, al parecer las hijas de Eros somos algo así cómo estúpidas parece, no se sabe, soy la primera que pisa el campamento. Según Luke, el consejero de la cabaña once, creen que yo pueda tener los mismos poderes que mi padre (por eso me tienen hijos de su reputísima madre) no están dispuestos a averiguar por las malas si eso es verdad o no.
¡Eso! ¡Teman a la heredera de Slytherin! ¡Temed, sangre sucias! O eso gritó Draco Malfoy (rubio oxigenado, te odio, ojalá te pise algún dragón distraído por hijo de puta) en mi segundo año cuando se descubrió que hablo parsel y las serpientes me obedecen de forma ciega y todo eso, cómo si fuera su más fiel patrona. Soy cómo la única parlante en el Mundo Mágico viva o algo así, total, que no me dan muchos años de vida porque ocasionalmente no duran más de dieciséis años vivas, así que probablemente moriré en Hogwarts por culpa de Dumblewhore.
¿Se nota que no me cae bien mi muy amado director? No sólo intentó persuadirme para que cambiara de casa (¿Eso se puede hacer?) sino que también confió en que una niña pudiera sola contra siete desafíos, cosa que logré, también este final del curso no iba a permitir que cerraran mi hogar, Hogwarts, el que hasta hace unos pocos días era el único lugar dónde podía huir de Petunia y Vernon Dursley, mis adorados tíos.
No tenía ningún amigo en Hogwarts, lo que era de por sí bastante triste, y cuando comenzaba sentirme aceptada en el Campamento Mestizo, cómo que pertenecía allí, ¡puff! Me odiaban los hijos de Apolo, no podía practicar tiro con arco con ellos porque la gran mayoría me miraba cómo queriendo degollarme y el resto me evitaba. No me molestaría si no fuera porque ya en Hogwarts estaba acostumbrada a la atención por idioteces, ya era el colmo que el Campamento Mestizo también.
Estaba sentada en unas rocas con las ninfas, que por alguna razón se entretenían demasiado trenzando mi cabello y haciéndole trenzas, hasta que sentí la llamada de Silene Beauregard, líder de la cabaña de Afrodita, y Clarisse LaRue, líder de la cabaña de Ares. Mis tías, que no son mucho mayores que yo, de hecho, tengo tíos menores que yo y eso me incomoda de cierto modo.
—Ahora vengo, hermosas —Les dije con delicadeza a las ninfas, que se despidieron de mí con una sonrisa, me acerqué a las mejores amigas que seguramente no tramaban nada bueno.
—¡Hola, sobrinita! —Corearon ambas, pasandome cada una un brazo por alrededor de los hombros. Me hice chiquita.
—Venimos
—A hacerte
—Una propuesta
Era increíble como dos chicas completamente opuestas se habían logrado poner de acuerdo para incomodarme. Increíble. Tampoco es cómo que fuera muy difícil incomodarme, tipo, sólo respira a mi lado y me dan ganas de clavarte una flecha dónde no te da el sol. Debería hacérselo a Snape a ver si cierra su estúpida bocota.
