xvi | problems

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      Pasaron varias semanas, la euforia de haber ganado me duró poco, pues los exámenes se acercaban.

Aquella tarde tuvimos el examen de Pociones, según yo salió bien pero como con Snape nunca se sabe.

A media noche, arriba, en la torre más alta, tuvimos el de Astronomía; el miércoles
por la mañana el de Historia de la Magia, en el que escribí todo lo que Florean
Fortescue me había contado acerca de la persecución de las brujas en la Edad Media, y hubiera dado cualquier cosa por poderse tomar además en aquella aula sofocante uno de sus helados de nueces y chocolate.

El miércoles por la tarde tenían el examen de Herbología, en los invernaderos, bajo un sol abrasador. Luego volvieron a la sala
común, con la nuca quemada por el sol y deseosos de encontrarse al día siguiente a
aquella misma hora, cuando todo hubiera finalizado.

El penúltimo examen, la mañana del jueves,
fue el de Defensa Contra las Artes Oscuras. El profesor Lupin había preparado el examen más raro que habían tenido hasta la fecha.

Una especie de carrera de obstáculos fuera, al sol, en la que tenían que vadear un profundo estanque de juegos que contenía un grindylow; atravesar una serie de agujeros llenos de gorros rojos; chapotear por entre ciénagas sin prestar oídos a las engañosas indicaciones de un hinkypunk; y meterse dentro del tronco de un árbol para enfrentarse con otro boggart, que se me apareció Apolo e hice algo por lo que me va a matar con más ganas la próxima vez que me vea.

—Estupendo, Arlette —susurró Lupin, cuando bajé sonriente del tronco—. Nota máxima.

El exámen de Adivinación fue el peor exámen que pude tener en mi vida.

—Veo, eh, un ¿Cíclope? —dije, viendo la extraña mancha que parecía un humanoide de un sólo ojo —Sí, es un Cíclope.

—Ajá —dijo la profesora Trelawney, ansiosa de saber que más.

—Hay una chica atada —mencioné —¡Eh! ¡Se parece a...! —Cerré la boca —y... ¿Grover? ¡Si! ¿Qué hace vestido de novia?

La imagen cambió, esta vez lo ví más claro que nunca.

—El campamento —Murmuré, con los ojos bien abiertos —Lo atacan... Toros, hay toros... Metálicos.

—¿El Campamento Mestizo? —Preguntó la profesora Trelawney, mi corazón dió un vuelco —Sí, Arlette, también soy cómo tú.

—¿De quién...? —Empecé, pero no me dejó terminar.

—De la misma persona que quiere matarte —dijo con normalidad —Ay, si supieran ambos. Terminó el exámen. Creo que él es el único que no lo ve.

Flipping.

A la mañana siguiente nos enteramos que Buckbeak había huido y se había filtrado por culpa de la insoportable de Hermione Granger que Remus era un hombre lobo. No sobra decir que la cachetada de oyó en Venus.

El fin del curso llegó y compré inmediatamente un billete a Estados Unidos en el primer vuelo.

—¿Estás bien? —Preguntó Sirius en el taxi directo al aeropuerto, asentí —Recibí una llamada del centauro ese, que...

—Algo va a pasar, Sirius —le dije —Por favor, sé lo que te digo.

El viaje fue lo peor que me pudo pasar, muchas turbulencias, cómo si Zeus estuviera enojado por algo. Hubo monstruos, siete arpías de una sola vez, por eso los aviones eran peligrosos para los mestizos, los nidos de los monstruos. Otra vez, gracias a Hecate, la niebla fue lo suficientemente manipulada para que nadie notara como asesinaban a siete monstruos de una sola vez. Había acabado mal.

Luego hubo otro problema, gigantes, lestrigones o canadienses, cómo quieran llamarles. Explotó el aeropuerto y me convertí en terrorista, otra vez.

Dejé todo lo mágico con Sirius, incluyendo mi varita y la capa, no pensaba arriesgarme, pero me habia quedado oficialmente sin ropa y sin dinero en Estados Unidos, sólo con una espada y un lipgloss por las calles, mientras intentaba llegar a New York.

¹ENEMY (PJO&HP)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora