❝ your words up on the wall, as you're praying for my fall and the laughter in the halls and the names that I've been called ❞
dónde arlette potter tiene dos locos inmortales intentando matarla.
female harry potter
El Ladrón del Rayo ✔️
El...
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Dementores, me desmayé, pero ganamos.
Lo único importante aquí es el Quidditch, moriré por el Quidditch. Quidditch, Quidditch, Quidditch.
Me sentí muy fife ahí, amo el Quidditch, si no quisiera ir a la universidad en el mundo mortal probablemente me convertiría en jugadora profesional de Quidditch.
Mi escoba se hizo mierda, lloré en el hombro de Blaise durante horas. Esa Nimbus 2000 había sido mi primera amiga y la había perdido por culpa de un montón de dementores.
Resumen pequeño, ahora tengo lecciones privadas con el profesor Lupin porque soy idiota y al parecer soy mucho más vulnerable que los demás a los dementores. Necesitaba conjugar un patronus para espantarlos.
Dos semanas antes de que terminara el trimestre, el cielo se aclaró de repente, volviéndose de un deslumbrante blanco opalino, y los terrenos embarrados aparecieron una mañana cubiertos de escarcha. Dentro del castillo había ambiente navideño. El profesor Flitwick, que daba Encantamientos, ya había decorado su aula con luces brillantes que resultaron ser hadas de verdad, que revoloteaban. Los alumnos comentaban entusiasmados sus planes para las vacaciones.
Yo me iba a ir con Blaise a visitar Italia, de alguna forma se convirtió en, me da vergüenza decir esto, en mi mejor amigo. No sabría explicar cómo nos hicimos cercanos, pero de la nada nos juntamos muchísimo y nos sentabamos juntos en todas las clases.
Me prohibieron ir a Hogsmeade y les valió que tuviera un permiso, que me revocaran el permiso a ir a Hogsmeade no iba a evitar que Apolo me asesinara, pero a partir de ahora no aceptaría citas.
La mañana del sábado de la excursión, me despidí de Blaise y su cita, un chico de Ravenclaw, estaban envueltos en capas y bufandas, y cuando me disponía a irme a las mazmorras..
. Habla empezado a nevar y el castillo estaba muy tranquilo y silencioso.
—¡Pss, Arlette!
Me di la vuelta a mitad del corredor del tercer piso y vio a Fred y a George Weasley que me miraban desde detrás de la estatua de una bruja tuerta y jorobada.
—¿Qué hacéis? —pregunté con curiosidad—. ¿Cómo es que no estáis camino de Hogsmeade?
—Hemos venido a darte un poco de alegría antes de irnos —le dijo Fred guiñándome el ojo misteriosamente—. Entra aquí...
JALO, SI A TODO.
Me señaló con la cabeza un aula vacía que estaba a la izquierda de la estatua de la bruja. Entré detrás de Fred y George. George cerró la puerta sigilosamente y se volvió, mirandome con una amplia sonrisa.
Vale, mi primer trío, que emoción.
—Un regalo navideño por adelantado para la más bonita de las serpientes —dijo.
