vi | lupin

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      El profesor Lupin no estaba en el aula cuando llegaron a su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras

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      El profesor Lupin no estaba en el aula cuando llegaron a su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Todos nos sentamos, sacamos los libros, las plumas y los pergaminos, y estaban hablando cuando por fin llegó el profesor. Lupin sonrió vagamente y puso su desvencijado maletín en la mesa. Estaba tan desaliñado como
siempre, pero parecía más sano que en el tren, como si hubiera tomado unas cuantas
comidas abundantes.

—Buenas tardes —dijo—. ¿Podríais, por favor; meter los libros en la mochila? La lección de hoy será práctica. Sólo necesitaréis las varitas mágicas.

La clase cambió miradas de curiosidad mientras recogía los libros. Nunca habían
tenido una clase práctica de Defensa Contra las Artes Oscuras, a menos que se contara
la memorable clase del año anterior, en que el antiguo profesor había llevado una jaula
con duendecillos y los había soltado en clase.

—Bien —dijo el profesor Lupin cuando todo el mundo estuvo listo—. Si tenéis la
amabilidad de seguirme...

Desconcertados pero con interés, nos pusimos en pie y salimos del aula con el profesor Lupin. Este los condujo a lo largo del desierto corredor. Doblamos una esquina. Al primero que vi fue a Peeves el poltergeist, que flotaba boca abajo en medio del aire y tapaba con chicle el ojo de una cerradura. Peeves no levantó la mirada hasta que el profesor Lupin estuvo a medio metro. Entonces sacudió los pies de dedos retorcidos y se puso a cantar una monótona canción:

—Locatis lunático Lupin, locatis lunático Lupin, locatis lunático Lupin...

Aunque casi siempre era desobediente y maleducado, Peeves solía tener algún
respeto por los profesores. Todos miraron de inmediato al profesor Lupin para ver cómo
se lo tomaría. Ante su sorpresa, el mencionado seguía sonriendo.

—Yo en tu lugar quitaría ese chicle de la cerradura, Peeves —dijo amablemente—.
El señor Filch no podrá entrar a por sus escobas.

Filch es el conserje de Hogwarts, un brujo fracasado y de mal genio que esta en
guerra permanente con los alumnos y por supuesto con Peeves. Pero Peeves no prestó
atención al profesor Lupin, salvo para soltarle una sonora pedorreta. El profesor Lupin suspiró y sacó la varita mágica.

—Es un hechizo útil y sencillo —dijo a la clase, volviendo la cabeza—. Por favor;
estad atentos.

Alzó la varita a la altura del hombro, dijo ¡Waddiwasi! y apuntó a Peeves. Con la fuerza de una bala, el chicle salió disparado del agujero de la cerradura y fue a taponar la fosa nasal izquierda de Peeves; éste ascendió dando vueltas como en un remolino y se alejó como un bólido, zumbando y echando maldiciones.

Nos pusimos otra vez en marcha, mirando al desaliñado profesor Lupin con creciente respeto. Los condujo por otro corredor y se detuvo en la puerta de la sala de profesores.

¹ENEMY (PJO&HP)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora