Mi pícaro mate.

8 •Vampiros•✔️

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Capítulo 8.

•Jade's Pov•

Miró fijamente la taza de té que tengo en mis manos mientras analizo cada palabra que salió de la boca de Jackson.

-Tengo cosas que hacer -Jackson deja la taza de té con fuerza sobre el mesón-. Espero que cuando vuelva ya no te encuentres en mi casa.

Tragó con fuerza. ¿Donde he venido a parar?

Suelto un suspiro pesado y camino hacia la sala de estar tratando de ignorar a Jackson, no le he hecho daño y ya me odia por algo que le sucedió a él y su hijo hace años. Yo ni siquiera quiero estar en este lugar, pero tampoco puedo irme ya que no sé cómo volver a mi hogar.

El sonido de la puerta principal siendo cerrada me hace saber que Jackson ya se ha ido y siendo sincera no le creo lo que dijo que tenía asusto que atender, lo más probable es que haya querido estar lo más lejos de mi posible. Así como Jared.

Una lagrima corre por mi mejilla derecha al recordarlo. Me duele el pecho, como si tuviese una llama dentro de mi que me consume a cada instante, como si necesitará algo, o a alguien y no quiero aceptarlo, no quiero y no puedo. El tener un mate es algo que te limita de todas las formas posibles, en mi manda tener un mate es la mejor bendición y todas las personas esperaban con ansias el día en el que su mate se presente y el destino los junte, las personas se conservarán tanto hombres como mujeres y es ahí donde pude ver lo mucho que las parejas de vida eternas te limitan.

Un mate es el ser humano más importante para un hombre lobo, casi más que un hijo. Un mate es la persona que va a estar siempre para ti, un mate es aquel que nunca te dejará sola, una mate es aquel que te seguirá a donde sea que vayas, un mate es aquel de podrá celoso de tus amigos y amigas, un mate es aquel que te poseerá, un mate es aquel que te detendrá y te someta sin importar si en hombre o mujer, un mate te hace depentiende. O eso es lo que vi toda mi vida en Olfman.

Me recuesto en el sofá más grande, el cual es marrón y de cuero. Por instinto toco mi cuello y este comienza a arder y mi cuerpo se estremece, solo espero que Jackson no tenga razón y no deba depender de Jared para que la herida sane. Cierto los ojos y suspiro, son muchas cosas para tan poco tiempo.

Abro los ojos y observo la sala de estar, realmente era algo cómoda, tres sofás de juego marrones de cuero, dos de una persona y uno de tres, las paredes es de madera color crema, la televisión bastante grande en medio de la pared.

-¿Hola? -escucho la voz de una mujer al momento en que la puerta se abre-. ¿Hermano? ¿Jared?... Volvimos.

Me levanto automáticamente del sofá y camino hacia la puerta principal encontrándome con una chica rubia bastante alta colgando un abrigo en el perchero de la entrada, también hay un castaño dado vuelta que ahora le entregaba un chaleco a la chica.

-Creo que no hay nadie -susurra la rubia dando media vuelta.

Hice una mueca al ver su rostro el cual se horrorizo un poco al verme, me puse de puntillas un rato y hago una mueca luego volví a la normalidad.

-Hola -sonreí.

-Eres la chica -hablo el castaño mirándome con los ojos bien abiertos al parecer sorprendido por verme.

Vuelvo a hacer una mueca y enarco una ceja.

-Pues si -digo obvia-. Tengo vagina.

-¿Quien es ella Colton? -pregunta la rubia cruzándose de brazos al parecer una poco celosa y tenzando la mandíbula.