Mi pícaro mate.

34 •¿Quién ascenderá?•✔️

Capítulo 34.

Jade:

El olor a comida llega a mis fosas nasales, se que es Derek el que viene a dejarnos comida, aunque en estos momentos quien me preocupa ya no es Teudis, si no más bien Tania. la cual ha estado delirando incoherencias desde anoche.

—Hola —Susurra Derek pasado una bolsa de papel con comida dentro—. Fue lo mejor que pude conseguir.

Abro la bolsa y veo dentro de esta arroz con salsa de tomate... mi estómago ruge por la comida, pero sé que puede esperar un poco más.

—Tania no está bien —Le informo a Derek—. Tiene fiebre, está delirando, en su estado no se que hacer, ¿Tienes medicina acá?

Derek niega—. No he visto medicina en ningún lugar desde que he llegado... tampoco puedo moverme mucho y hacer muchas cosas, no puedo levantar sospechas.

Le tiendo la bolsa de alimento a Tania, la cual hace una mueca de asco en cuanto el olor llega a su nariz.

—Es lo mejor que hay, no comas por ti, si no por lo que tienes dentro de ti.—Le susurro frotando sus espalda con delicadeza.

—Sabemos donde hay medicina —Susurra Teudis—. Cuando nos llevaron a los laboratorios, había de todo tipo de medicinas, alguna debe ayudar a Tania, cuando algún lobo presentaba malestar, fiebre, náuseas o alguna secuela de los tratamientos siempre le daban algún medicamento. Después de todo seguimos teniendo un cuerpo humano.

—Entre las ocho y las diez de la noche, no hay nadie... ningún vampiro va a esa zona durante ese lapsus —dice Tita sacando un pan de la bolsa.

Derek piensa y asiente.

—Mañana vendré a buscar a uno de ustedes, dejaré la celda abierta para que bañan al baño y uno me guiará hasta el laboratorio... —Las luces rojas y el sonido de alarma comienza a sonar por todo el lugar—. Tendremos un solo intento y es por Tania. Solo espero que con la visita de Sir Jay logremos llegar al laboratorio, por el bien de Tania.

Jared:

Miro a mi hermana. Yo no puedo ir a la manada a ver qué está sucediendo, necesito estar acá y ver que todo vaya bien, Drago no tiene mucha voz de mando y el padre de Jade, Stevens, aun cree que esto es cosa del destino y el a cargo no hará nada, y bueno, Jacob es quien más tendría confianza pues es su gente, pero aun es muy joven y los lobos no lo respetan como tal.

—Summer —La llamo y nos alejamos de todos.

Los alfas han ido a preparar a sus guerreros y en dos horas deberían estar acá, si no llegan serán lobos muertos, ya están advertidos y ellos saben que cuando hablo y digo algo, es mi palabra y suelo complicarla, la mayoría del tiempo.

—¿Qué sucede? —Pregunta mirándome fijamente.

—Necesito que vayas a la manada y veas que está sucediendo —Summer arruga el rostro, se que quiere pelear en esta batalla, y además que tampoco quiere dejar solo a Colton, pero solo ella puede hacer esto, ella conoce el camino, Ian y Colton son las personas en quienes más confío acá, no puedo quedar sin ellos en esta lucha, menos cuando manadas enemigas van a pelear a nuestro lado, no puedo arriesgarme—. Por favor Summer, no se que esta pasando el la manada, pero también tengo un mal presentimiento...

Le hago una seña a Jake y este se acerca.

Tengo a ambos frente a mi, Jake es una buena alternativa para que vaya con Summer y no sean descubiertos.

—Jake, necesito que me hagan un favor enorme —Lo tomó de los hombros—. Necesito que acompañes a Summer a mi manada, tengo un mal presentimiento y mi padre no contesta las llamadas, solo tu puedes ocultar su olor... no quiero que nada le pase si es que algo está sucediendo allá.