35•¿Quién es Sir Jay?•✔️

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Capítulo 35.

Jade:

No se que hora es, pero ya van varias horas desde que amaneció y Derek aun no viene por nosotros.

Tania no ha mejorado y eso me asusta, me aterra el pensar en lo que le puede pasar si no encontramos algo que la ayude, pero tampoco se que es lo que le afecta, nunca vi un embarazo de una mujer loba con los síntomas de Tania.

—¿Cuándo crees que venga por nosotros? —Pregunta Tita a mi lado, ambos nos encontramos mirando a través de las rejas por el largo pasillo.

—No tengo ni la mas mínima idea, nunca había tardado tanto en traernos comida incluso...

Dejo de hablar cuando la puerta al final del pasillo es abierta, por ella veo como ingresa Derek, pero este no viene solo, otro vampiro lo acompaña.

Me alejó con rapidez de las rejas y trato de actuar normal, no desesperada.

—Lobos —Escupe el vampiro que acompaña a Derek—. Seremos buenos con ustedes y les brindaremos una ducha, hay que ser un buen samaritano, después de todo tenemos visita y no queremos que apeste este lugar, además del notorio olor a perro que hay.

Teudis gruñe ante las palabras del vampiro, quien le enseña sus colmillos a mi primo, ambos comienzan una pequeña guerra, pero me sorprende que Derek no haga nada, él solo está ahí de pie, estático y pálido, ¿Le habrán hecho algo? ¿Se habrán enterado de quién es realmente? ahora no se si será una buena idea ir con ellos, no se si nuestro plan dará resultado.

—Lobitas... ustedes vienen conmigo, Derek, tu encárgate de estos pulgosos, no estoy de humor para escuchar cómo ladran. —Dice el vampiro.

Las rejas comienzan a moverse, pero se tardan más de lo normal debido al refuerzo que se les fue aplicado anoche.

Tomo a Tania de la mano y juntas ponemos un pie fuera del lugar, tengo ganas de correr y escapar de acá, después de todo es solo un vampiro contra todos nosotros, pero también soy consciente que cruzando la puerta al final del pasillo hay más de ellos, y no somos suficiente contra todos ellos. Aun así, por alguna extraña razón tenía esperanza, como si algo nos ayudará.

Miro la puerta frente a mi, el vampiro nos ha dejado al final de un largo pasillo, este pasillo sigue manteniendo las luces rojas y además da con varios pasillos más, es como la intersección de muchos.

—Tienen media hora para ducharse, y por favor no quiero que huela a perro mojado cuando vuelva —. El vampiro se va dejándonos solas frente a esta puerta.

Tania gruñe por lo bajo cuando estamos solas en señal de molestia, la miró de reojo y este solo olfatea el aire.

—Huele a limpio dentro, es un baño. —Teniendo la aprobación de mi prima de que no nos estamos metiendo en ningún lugar peligroso ingresamos.

Tania no duda ni un segundo en desvestirse y al ver cómo su abdomen había tomado un poco de tamaño un nudo se formó en mi garganta, ¿Cuánto tiempo llevamos en este lugar? la verdad no tengo ni la menor idea, no recuerdo cuándo fue la última vez que conté un día, solo se que llevamos muchos y se cuando es de noche. Pero ver el abdomen de Tania, pensar que hay una vida ahí, me da esperanzas de que alguien si va a irse de este lugar, y esa persona sin lugar a dudas debe ser Tania.

—¿Estás bien? —Me pregunta haciéndome volver a la realidad.

—Si... si, es solo que no recuerdo cuándo fue la última vez que me duché —Hago una mueca.

Mi pícaro mate. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora