5 •No soy el alfa• ✔️

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Jade en multimedia 🌟

Capítulo 5.

•JADE•

Los fuertes gritos de Tania e Ian me despiertan de un muy mal humor, principalmente creí que era un sueño, pero en el momento que escucho el ruido de algo de vidrio romperse me levanto de un salto, provocando que mi pie lastimando, que se suponía que ya está bien, me duela.

Camino lo más rápido que puedo hacia la puerta, cosa que se me hace casi imposible ya que el dolor poco a poco se intensifica, abro la puerta y los gritos se hacen más fuertes.

— ¡tú empezaste esto primero! - se escuchó un grito de Ian proveniente de abajo.

— ¡Pero tú te metiste a con esa puta!...

Quede helada, mis ojos están más abiertos de lo normal mientras quedo en el marco de la puerta. Ian engaño a Tania, la engaño una vez que ellos ya se encontraron, dios santo esto esta mal.

— ¿Estás bien? - pregunta Jared al lado mío y yo asiento con la cabeza -¿Segura?

— Que si Jared, permiso.

Cojeando camino hacia las escaleras en busca de Tania, los ruidos han cesado y me esta empezando a asustar.

Las cosas entre Ian y Tania no estan para nada bien, la tensión entre esos dos después de lo que paso esa noche se intensificó y mucho.

Logró bajar y con mucho dolor en mi pie derecho camino hacia la sala de estar de dónde provenían antes los ruidos, pero solo vi a Ian con los ojos llorosos y unas muy notorias ojeras.

— ¿dónde está Tania?- le pregunto y Ian alza los hombros - ¡¿dónde mierda esta Tania?!

— Se fue...se fue.

El susurro de su voz era frío y cortante, mi cara se transformó de inmediato, ¿dónde fue? ¿Dónde se pudo ir?

— Ian - hablo Jared detrás de mí -¿dónde fue Tania?

— Salió a no sé dónde.

Mi cuerpo se tensa, Tania no podía salír de la casa, estos dos mastodontes que tenemos como mates lo dejaron bien en claro. Me doy media vuelta quedando frente a frente con Jared, quien se limita a mirar mi pie el cual ahora me duele como el demonio, me cruzo de brazos y sus ojos se posan en mis labios y de mis labios a mis ojos.

— Te pregunte si estabas bien y tú me has dicho que sí.

— Porque lo estoy -le respondo seria y rondando los ojos, Jared solo se limita a mirar mi pie y a mí, sucesivamente- está bien... esta bien, me duele un poco mi pie, no quedo de todo recuperado después de saltar de la reja, genio.

Le palmeo la espalda, comienzo a caminar a paso lento hacia mí ahora habitación, ocuparé ropa de Tania y la saldre a buscar, no pudo haber ido muy lejos, ella no me puede dejar sola en esta casa de locos. Pero, pensándolo bien no llegara muy lejos los mastodontes que tienen los chicos vigilando la cuadra no la dejaran ir muy lejos.

- Claro que no lo estas - dice Jared tomándome de la muñeca- apenas puedes caminar...déjame ayudarte.

Alce los hombros y di un largo suspiro, solo me limité a aceptar con la cabeza, algo me decía que si no me ayudaba por las buenas me iba a ayudar por las malas.

Jared camina quedando frente a mí y me sonríe mientras yo hago una mueca y alzo los brazos para que me cargue, como si fuese una pluma Jared me coloca en su hombro izquierdo dándome una perfecta vista a su redondo trasero, algún día lo molestare con ello, el maldito tiene unas perfectas pompas.

Mi pícaro mate. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora