El Vecino De Al Lado [Bill Skarsgard]

Capitulo 14

Subí a mi auto y conduje tan rápido como podía, intentando esquivar a las personas que aún andaban en las calles; aún así pensaba en lo idiota que había sido por esperar tanto, que debía haber seguido mis instintos, era tan obvio que algo no estaba bien, pero parecia que una vez más, cuando trataba de mantener la calma, la tempestad siempre me alcanzaba. 

Llegué al hospital buscando a Bill en emergencias, encontrándolo sentado en una camilla mientras era atendido por una enfermera. Tenía heridas en su rostro, sobre su ceja derecha y en su labio inferior. También la cuenca de su ojo tenía un tono rojizo, que evidenciaba el golpe que había recibido en este, y sus ropas que unas horas antes estaban impecables, ahora estaban sucias, manchadas con algunas gotas rojas. Se me partió el corazón al verlo así, que lo único que hice al verlo fue abrazarlo con todas mis fuerzas a la vez en la que soltaba un doloroso llanto de culpa e ira.

—¿Qué te hicieron? —cuestioné aún en sus brazos.

—Amor, me vas a hacer llorar —dijo él con la voz cortada. Luego me tomó del rostro, y pude ver más de cerca esas heridas. Mi lindo Bill, quería con tan solo un toque borrar todas las heridas de su hermoso rostro— No ocurrió nada, estoy bien —Me sonrió, pero yo solo volví a lanzarme para abrazarlo. 

—¡Aquí están, sheriff! —La voz de MacCaa llamó a mi padre quien se acercó a nosotros preocupados. 

Me habían seguido desde casa apenas MacCaa le había contado lo ocurrido, y los invitados dejaron la casa. Bill les repitió una y otra vez que estaba bien, pero ellos querían saberlo todo, ¿cómo había ocurrido y quien lo había hecho? 

—Pues… Entré a la tienda, encendí las alarmas y… estuve un rato dentro de la tienda haciendo otras cosas más que había olvidado… —comenzó a explicarles. Él me rodeaba con su brazo mientras permanecía aún en la camilla, y podía sentir, como jugaba con un mechón de mi cabello, entrelazandolo entre sus dedos.— cuando salí estaba… este phineas y me atacó, me dijo que quería dinero, las pertenencias de valor que tuviera y pensé en defenderme, pero pudo más yo y me derribó —Bill hablaba nervioso, lo podía notar en la forma en la que tartamudear, o las pausas un hacia antes de continuar—...  no sé por cuánto tiempo estuve inconsciente; cuando me levanté, fuí al hospital.

Podía notar lo molesto y frustrado que estaba mi padre, por como Phineas había hecho de las suyas de nuevo, pero esa vez no se quedaría así. Llamó en la radio a varios de sus compañeros de turno para que capturaran a Phineas por el asalto cometido a Bill. Pero él detective MacCaa tenía una expresión distinta, miraba a Bill con duda; y analizaba dentro de sí cada palabra dicha por él. Sólo pensé que ese lado tan idiota de él saldría de nuevo, ese que utiliza en sus interrogatorios y me pareció molesto, no era el momento.

—¿Y dices que solo quiso asaltarte porque si? —Bill plantó una mirada de disgusto en él y de manera sarcástica respondió:

—No le pregunté si estaba falto de dinero. —MacCaa soltó una sonrisa de lado.

—A lo que quiero llegar es que, no es lo que este imbécil hace. Lo primero fue lo de tus cristales, luego que quisiera intimidar a Marjorie, ¿por qué robaría de pronto?

—Pues estaba ebrio. Quizás quería más dinero para seguir con su fiesta… —respondió Bill de manera escueta.

—¿Y un ebrio te derrotó? —insistió. 

—¡Ya basta! —intervine— MacCaa, no es momento para esto, Bill fue atacado por ese idiota es lo único que importa y no se a que carajos quieres llegar. 

—¿A lo que quiero llegar…? —inquirió— A lo  quiero llegar es que, hay algo aquí que no tiene sentido —Una vez más miró a Bill, esta vez retador, pero este ni siquiera se inmutó.