Capitulo 9

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El día llegó unas pocas horas después. Escuchaba a los pájaros cantar, a los autos pasando afuera. Me moví un poco sintiendo la suavidad de las sábanas, bañadas en el aroma de Bill, de esa manera estuve consiente de donde estaba, que nada habia sido un sueño; también comencé a sentir como Bill se acercaba a mis espalda, para dejar un rastro de besos desde mi hombro hasta mi cuello. Sonreí aún con los ojos cerrados y lo escuché reír. 

—Buenos días… —dijo con su cálida voz. 

—Ni siquiera ha terminado de salir bien el sol —ronronié. 

—No, pero acabo de escuchar como Lindsay salia de la habitación. 

Rápidamente me levanté, cubriendo mi desnudez con las sábanas. Puse atención a los sonidos del piso de abajo y la pude escuchar caminar de un lado a otro, como si estuviera buscándonos. 

—¿Chicos? —llamó confundida y miré a Bill aterrada pero el solo sonreía divertido. 

—¿Por qué ríes? Se va a dar cuenta de que estoy aquí —decía mientras buscaba mi ropa con mi mirada. 

—¿Y por qué eso es un problema? —cuestionó para comenzar a besar mi espalda. 

—No la conoces, es capaz de entrar y tomarnos una foto para algún tipo de álbum— Bill rió cerca de mi oreja. 

—¿Bill? —llamó Lindsay del otro lado de la puerta.

Me congele del miedo pesando que en cualquier momento entraría, y yo continuaba desnuda. 

—¿Si? —respondió él.

—Oye, ¿Sabes donde esta Marjorie? —Se podía escuchar muy confundida, quizás ni recordaba que había caído en coma por todo lo que bebió. 

Miré a Bill, esperando a que este respondiera, suplicandole con mi mirada que no dijera nada.

—Creo que la vi entrar al baño —dijo él, tan convencido aunque yo estuviera a su lado.

—Oh bien… La esperare abajo —comentó mi amiga.

—Bien. —Bill me sonrió mientras la escuchábamos alejarse y bajar. Me robó un beso y luego fue hasta la orilla de la cama. 

—Bajaré también, para que no sospeche —dijo burlón. 

Me percaté de que ya usaba sus pantalones, y tomó la camisa de entre las sábanas para ponérsela. Antes de salir se acercó, y una vez más me besó, uno tras otro como si no quisiera acabar jamás. Me hizo sonreír aún entre el miedo que sentía, y esto a él lo hizo feliz

—Te espero allá —dijo antes de salir, y yo asentí.

En cuanto Bill salió de la habitación, me dejé caer en la cama, cubriendo con mis manos la cara de tonta que él siempre me dejaba. Antes me sentía enamorada pero ahora estaba más que eso, y creí que eso era imposible quise gritar pero no podía, así que solo mordí mi labio con fuerza, intentando encontrar su sabor una vez más. 

Bajé al primer piso, encontrándome con Bill preparando el desayuno y Lindsay tratando de soportar la resaca. Tenía su rostro sobre el mesón de desayuno y frente a este un vaso frío de jugo de naranja. 

—Buenos días, Lindsay —le dije y ella intento darme una sonrisa tierna. 

—¿Dónde dormiste anoche? —cuestionó y mis mejillas se ruborizaron. Bill quien estaba de espaldas a ella, aprovechó de soltar una sonrisa traviesa.

—Pues… —Miré a Bill, quien estaba de espaldas a ella y aprovechó de soltar una sonrisa traviesa.— En la habitación de al lado. 

—Claro…—soltó mi amiga.

El Vecino De Al Lado [Bill Skarsgard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora