༒┊𝕰𝖓𝖈𝖆𝖗𝖈𝖊𝖑𝖆𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 ┊༒

Capítulo 20: Día 17

Estaba cómodo y calentito pero le faltaba. Creo que mi cuerpo sabía a nivel instintivo que faltaba algo porque, a pesar de haberme despertado sobre una almohada la mayor parte de mi vida, no esperaba la suavidad que me brindaba. Estaba confundido por la expectativa de algo firme debajo de mi cabeza, pero cuando mis pensamientos me alcanzaron... así fue como me fui a dormir, ¿no? Acostado sobre Wesker. Entonces... ¿dónde estaba? Lentamente me senté y escaneé la habitación en busca de él como si estuviera allí mirándome dormir. Lo vi afuera de la puerta abierta de mi dormitorio, sentado en el sofá con un libro en la mano. Sus ojos anaranjados se volvieron hacia mí como si percibiera mi mirada y me ofreció una especie de sonrisa y se la devolví a pesar del poco dolor que sentía por no quedarse conmigo toda la noche. Dejó su libro sobre la mesa de café y se puso de pie.

"Buen día." saludó mientras se sentaba en el borde de mi cama y suspiré mientras me recostaba.

"No te quedaste". Señalé en lugar de devolver la cortesía.

"Me echaron hace unas horas cuando terminó el turno de Jill". me corrigió, sin parecer en absoluto desconcertado por la sutil acusación que tenía mi tono. Parpadeé confundido, a lo que él sonrió divertido. Puse los ojos en blanco y empujé su brazo lejos de mí en represalia, pero eso lo divirtió más. Se inclinó más cerca de mí y, sin saberlo, contuve la respiración con anticipación, pero... no me besó. Agarró mi teléfono de donde descansaba sobre mi otra almohada y se enderezó de nuevo. Me sonrojé y traté de ocultar mi decepción, pero por supuesto que no iba a dejarlo pasar. "Si quieres algo, simplemente tienes que pedirlo". el bastardo rubio bromeó y lo miré con los ojos entrecerrados. No le iba a pedir un beso de buenos días, no le daría la satisfacción. En lugar de ponerme a la defensiva o negar que quería algo de él, ya que lo hice, simplemente lo tomaría. Agarré la parte delantera de su camisa y lo insté a acercarse más a mí. Vi su sonrisa petulante vacilar por la sorpresa, pero me complació inclinándose para besarme. Sus labios eran suaves, casi interrogantes sobre los míos, pero me gustó. Me tranquilizó que él todavía estaba tan inseguro de dónde estábamos parados como yo.

Después de terminar el beso, nos miramos fijamente durante un minuto en silencio mientras nos contemplamos. Esta no era la situación que estaba tratando de crear, no estaba listo para hablar sobre lo que pasó anoche, solo quería un beso. Realmente no había tenido tiempo de procesar todo por mí mismo, estaba demasiado exhausto tanto física como mentalmente, ni siquiera empecemos emocionalmente. Realmente no estaba acostumbrado a tanta estimulación emocional en mi vida, realmente me estaba pasando factura. Desearía poder decir que no tuve que pensar demasiado en tal... confesión, pero esto era Wesker- confesando sus... sentimientos. No creo que ninguno de nosotros usaría la palabra, pero había un sentimiento aquí que se bailaba. Era algo serio, no algo que deba tomarse a la ligera en ninguna circunstancia, incluso en el mundo normal, pero definitivamente no aquí y especialmente no entre nosotros. Había mucho que considerar antes de actuar sobre algo que sucedió anoche.

Vi el momento en sus ojos cuando Wesker decidió algo pero nunca dijo nada... ¿estaba esperando que yo lo mencionara? Eso estuvo bien, pero realmente no quería... no estoy seguro de poder hacerlo. Aparté mi mirada de él y él suspiró, el tipo de suspiro decepcionado con el que solía estar familiarizado. En STARS, solía pensar que era lo peor del mundo, pero ahora que conocía mucho mejor a este hombre, podía detectar los rastros de cariño allí. Como si pensara que era un idiota, pero no podía esperar que yo ni nadie estuviera en su nivel de comprensión y al menos lo encontró duradero. No sabía si sentirme halagado u ofendido.

Luego se enderezó de nuevo mientras me entregaba mi teléfono, así que lo tomé, feliz por la distracción. Tan pronto como abrí mi pantalla principal, Wesker se puso de pie para salir de mi habitación y me sentí encorvado por la decepción antes de darme cuenta de que me sentía de esa manera. De todos modos, podía hacer lo que quisiera. Dijo que lo echaron, así que revisé mis registros de llamadas primero, pero no había nada nuevo allí, así que fui a mis mensajes para ver una conversación con Jill que no tenía, así que debe haber sido Wesker enviando mensajes de texto desde mi teléfono.