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Capítulo 33: Día 30

"¿Qué demonios es esto?" Pregunté, mi voz vacilante como si Wesker me hubiera pasado algo tóxico por error y yo estuviera tratando de corregir pacíficamente su error.

"Sigue leyendo." fue todo lo que me dijo, con una molesta sonrisa entretenida en sus labios. Suspiré pero volví mis ojos al papel que tenía en la mano para seguir las instrucciones. Los dos estábamos hablando sobre lo que podríamos hacer durante el día, aunque aún no nos habíamos levantado de la cama cuando me pasó la carta de anoche. Al principio me interesó saber de quién podría estar hablando, pero luego la confusión tomó las riendas cuando comenzó a insinuar una naturaleza sexual en lo que sea que tratara esta carta. Luego los celos aparecieron porque no parecía haber ningún sentido en esta carta; solo se trataba de especulaciones sobre las cosas explícitas que esta mujer misteriosa quería hacerle a mi amante.

"En serio, ¿qué diablos es esto?" Exigí ahora, bajando nuevamente la página mientras lanzaba una mirada acusadora al rubio en la cama a mi lado, pero él solo se rió de mi reacción. "¿Estás desnudo en la cama conmigo ahora mismo y crees que este es el mejor momento para darme algo así?" Le cuestioné mientras dejaba caer la carta en su regazo porque ciertamente no la quería.

"Eso es exactamente correcto". Él asintió mientras recogía la única hoja de papel. "Estoy aquí en la cama contigo, no con ella; nunca será ella, Chris. Sigue leyendo." Me tendió la carta otra vez pero no la tomé.

"No quiero". Hice un puchero mientras me alejaba de él y me recostaba completamente de nuevo, subiendo la manta hasta mi cuello para cubrirme. No me gustaba sentirme así... No me sentía amenazado pero, no podía negar la ira y los celos que esto provocó. Sabía que Wesker no elegiría a nadie más y aunque no había terminado la carta, era obvio que lo que él pensaba de ella no era nada bueno. Pero sus dudas sobre los actos sexuales que ella quería de él pusieron imágenes muy desagradables en mi cabeza y realmente no me gustó la idea de que fuera intencional. Aunque conociéndolo, probablemente lo era. Tal vez esperaba provocarme para que tuviéramos sexo más duro o algo así. "No hay ninguna razón para que escribas esa mierda cuando nada de eso ha sucedido y luego me la muestres, ¿cuál es el punto?"

"¿Realmente estás de mal humor por eso?" preguntó con un poco de genuina sorpresa.

"Sí." Le respondí bruscamente pero no me volví hacia él. "Estoy de mal humor porque estás usando mis celos contra mí a propósito como un imbécil. ¿Por qué me sorprende que no me guste que me manipules? Si pensabas que poner en mi cabeza imágenes tuyas follándote a una perra se convertiría en una diversión sexy, eres un idiota." Le expliqué y, aunque sabía que era parte de la razón por la que Wesker me dio esa carta, quien fuera esa perra, quería que se ocuparan de ella. Al menos podría disfrutar quemando la carta más tarde. Wesker se quedó en silencio por un momento antes de suspirar mientras se acercaba para inclinarse sobre mí tanto como yo se lo permitía.

"Lo lamento." dijo y lo hice esperar por un minuto antes de volver mis ojos hacia él que flotaba sobre mí. Sus ojos se habían oscurecido y lo tomé como una señal de que se dio cuenta de que había cometido un error y fue sincero en su disculpa. "Tienes razón, pensé que al hacer esto reaccionarías queriendo recordarme que yo era tuyo porque eso es lo que habría hecho. Fue un error por mi parte suponer que reaccionarías de manera similar". No le respondí a pesar de que podía sentir que la ira ya se estaba desvaneciendo. "¿Qué puedo hacer para solucionarlo?"

"Llámate a ti mismo idiota". Le dije con cara seria mientras él se contorsionaba ligeramente en una expresión de incrédula irritación.

"Ya me he disculpado, ¿no es suficiente para-"

"Wesker." Corté su argumento antes de simplemente mirarlo mientras esperaba. Puso los ojos en blanco pero no volvió a mirarme a los ojos, mirando a cualquier lugar menos a mi cara durante un largo rato antes de finalmente suspirar y mirarme directamente.