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Vi a Tyler caminando por el estacionamiento con una mirada molesta en su rostro.

— ¡Townsend!— lo llame— ¡Espera!— lo alcance después de soltar un fuerte suspiro— ¿Estás bien?

— Estoy bien— dijo Tyler con una falsa sonrisa.

— Siii, no me lo creo.

— Estoy bien de verdad— insistió mientras caminábamos hacia su casa.

— ¿Qué paso contigo y CeCe ayer?— lo interrogue.

— Nada, solo un broma que Kyle le hizo.

— Sabes que ella estaba realmente herida ¿Verdad?

— ¿Qué es esto? Andas muy preguntona hoy— me dijo mientras detenía su paso.

— Yo-

— Lo siento— me dice rápido— mi mamá no paso por mi hoy— soltó un suspiro— y Jackson decidió ponerme nervioso en la práctica de hoy y yo solo estoy descargando mi enojo en ti.

— Oye, todos tenemos días malos— hablé en voz baja— solo trata de ignorar a Jackson, de todos modos a quien le importa, es un idiota.

— Cierto— dice con una gran sonrisa mientras se ríe.

— Ahora, vive la vida— lo empuje para que caminara— prefiero al Tyler feliz.

— Prefiero al Tyler feliz— se burló moviendo las manos.

— Yo no hablo así.

— Claro que sí.

— Cierra la boca Townsend.

El estaba apunto de pelear conmigo cuando una gran camioneta roja se detuvo a nuestro lado.

— ¿Necesitan un aventón?— nos interrogó el entrenador Maddox mientras bajaba su ventanilla. Tyler y yo aceptamos el viaje— ¿Quieres que te deje en tú casa?— me cuestionó el mientras conducía.

— Bueno-

— No, ella viene a mi casa para hacer la tarea.

El entrenador Maddox asintió con la cabeza mientras yo ponía los ojos en blanco.

— ¿Quieres decir mientras yo leo y tú duermes?— le cuestione.

— ¡Eso fue una vez!— dijo jadeante— como sea, aún así te quedaste dormida sobre mi.

— Ustedes dos son cercanos ¿eh?— el entrenador Maddox nos preguntó con un tono curioso.

— Desafortunadamente eh estado atrapada con este individuo durante los últimos diecisiete años de mi vida— admito.

— No es tan malo— resoplo Ty— eres igual de mala que yo.

— Claro que no— dije ofendida.

— Si, ¿Cuántas veces tengo que evitar que te pelees con alguien.

— Cállate— dije mientras empujaba su hombro— está bien, las peleas suelen ocurrir porque hiciste algo malo y lo tengo que arreglar.

— Eso no es del todo cierto— dijo Tyler mientras se burlaba.

— mhmm.

— No te había catálogo como una peleadora— me dio una rápida mirada el entrenador Maddox.

— Puede parece hermosa, inocente y pura, pero no está ni cerca de serlo.

— wow, gracias por el cumplido Ty.

Después de que Tyler diera las últimas indicaciones, habíamos llegado a su casa, ambos agradecimos al entrenador Maddox y salimos, Ty tomo muñeca empujandome dentro de la casa antes de que su madre pudiera decirle algo. Lamentablemente para él, su madre grito.

My own magnoliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora