VAL
El beso es arte, carnal, explosivo, fantasioso. No me cabe duda de ello después de pasar mis labios por los suyos, sentir el impacto que conlleva el choque de su piel contra la mía, el sabor dulce que me hace saborear su boca entera, sin pausas. Mis pensamientos quedan en segundo plano cuando la tibieza de su lengua se enlaza con la mía; el desespero me abarca junto al éxtasis que me brinda este acto, suprimo un suspiro y con más ahínco prodigo porque, aunque me falte el aire siento que en estos momentos puedo sobrevivir a base de besos, húmedos, calientes, vivaces.
Pero desde luego deber haber un cese, y con reticencia me separo. La observo sin perder el más mínimo detalle, ¿puede hacerse alguien más hermosa después de un beso? La ciencia solo dice que nos puede dejar en un estado de idiotez al producir oxitocina en abundancia, sin embargo mi estado cala otros límites, porque actualmente cuento los segundos para que volvamos a hacerlo.
Suavemente volvemos al presente, al lugar donde estamos al momento. Mientras sonreímos junto nuestras frentes para poder regular nuestras respiraciones. Sin darnos cuenta del tiempo que a pasado, escuchamos un suave carraspeo desde la puerta, al girarnos para ver quien es, nos damos cuenta de que Pepe y varios el equipo nos están observando desde la puerta y por las caras que llevan parece que han visto bastante. Me levanto y ayudo a Mónica a hacer lo mismo, no podemos evitar reírnos ante la situación pero sin vergüenza de lo que a pasado.
-Chicas tenemos que irnos, hay que prepararse y cenar- Pepe se ríe mientras habla, el equipo hace lo mismo mientras salen fuera, agarro la mano de Mónica para guiarla fuera de la carpa y nos dirigimos hacia los coches que tienen ellos para moverse. Sin soltar su mano nos dirigimos hacia el mismo vehículo, ya que sin discusión me muevo con ellos. Una vez colocados dentro del coche, Mónica y yo nos sentamos en los asientos del final para estar mas tranquilas, aunque las miradas que no dejan de tirar los del equipo hacen que me suelte la risa.
-Parece que somos un espectáculo-Le digo a Mónica al oído sin que los demás escuchen nada. Ella asiente con la cabeza y se ríe y al estar tan cerca de ella no puedo evitar bajar un poco mi cabeza y besar su cuello, al instante noto el suspiro que se le escapa, me agarra la mano con fuerza y mueve la cabeza para dejarme mejor acceso, el cual, aprovecho para atacar su cuello y clavícula sin piedad alguna, mi lengua toma el control haciendo un pequeño circuito sobre su cuello con suavidad, y al momento su piel se eriza bajo mis labios. La sensación de su piel contra mi boca está consiguiendo que pierda la poca cordura que me mantiene con los pies en la tierra. Me separo poco a poco, reticente a dejar de sentir su maravillosa piel. Observo con cuidado su rostro, con los ojos cerrados y agarrada con fuerza a mi mano, su respiración esta acelerada, parece una locura que hace unos días que nos vimos por primera vez y parece que nos conociéramos de toda la vida. Al separar mi cabeza de su cuello, me doy cuenta de que Pepe nos observa de forma disimulada por el espejo del coche, como queriendo hablar.
-Pepe, si quieres preguntar algo, adelante, no muerdo.- No me hace falta mirarlo para darme cuenta de que le dio vergüenza que lo pillara.
-Nos dimos cuenta que eras militar, pero que rango tienes.- Parece que la vergüenza se le pasa rápido, Mónica sigue agarrada a mi mano como si fuera un salvavidas, su cabeza ahora pegada a mi hombro intentando descansar.
-Soy capitán actualmente, e solicitado unas vacaciones ya que llevo dos años sin parar por ciertos problemas personales, pero por ahora estoy descansando, me instale aquí en Barcelona hace dos años para alejarme de todo.- Mónica se revuelve un poco encima de mi hombro, y veo como Pepe parece quedarse satisfecho con mi respuesta, el coche se queda en silencio lo que queda de trayecto hasta el hotel del equipo donde se prepararan para la actuación. Al llegar todos bajan rápido del vehículo, muevo con cuidado a Mónica sin saber si estaba dormida, pero al levantar la mirada sus ojos me observan con una ternura que me ataca como un animal salvaje, sin poder evitarlo la vuelvo a besar, esta vez es diferente, no como en la carpa, es un beso animal, desesperado, sus manos, directas a mi pelo, sin poner resistencia a mi ataque me devuelve el beso con la misma voracidad que yo, haciendo que nuestras lenguas luchen en una batalla sin cuartel donde una de las dos morirá de sed. Me separo con un poco de molestia ya que me acuerdo de donde estamos y lo que tenemos que hacer. Sin decir una palabra, la guio fuera del coche para poder entrar al hotel para que se prepare. Lo primero es cenar, luego ellos se tienen que duchar y arreglarse, maquillarse y lo que tengan que hacer. La cena transcurre en un silencio relativamente cómodo, nadie hace preguntas, nadie hace movimientos innecesarios, ni hay miradas extrañas. Mónica parece relajada mientras cena en silencio. Cuando terminamos de cenar decido quedarme en el Hall del hotel mientras el resto del equipo se va a sus respectivos lugares de preparación. Mientras espero a todos mi sexto sentido me advierte que algo anda mal en el lugar, como si algo o alguien me observara u observara a alguien del lugar, pero al echar una mirada rápida por el sitio no descubro a nadie fuera de lugar, solo veo que los números del ascensor suben y los del otro bajan. De repente el ascensor que bajaba para en el Hall y un Pepe muy nervioso sale mirando frenético.
-Tenemos problemas, necesito que vengas, los de seguridad no pueden con el.-Antes casi de que termine esa frase subo con el en el ascensor, hasta la planta que supongo que será la de Mónica, cuando salimos veo lo último que esperaba ver, Oscar y Mónica están en plena discusión en medio del pasillo, justo cuando llego a su altura veo que Oscar levanta la mano con intención de golpearla y entonces veo todo rojo.

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La Capitán y La Pantera
Fanfictionhistoria ficticia al 100% . Solo demasiada imagiacion con una mujer de este calibre