La Capitán y La Pantera

4

MONICA

Al final me e derrumbado por completo, no podía soportarlo más. El poder verla en esa grada a sido como un bálsamo sanador, a evitado que cayera por completo en el abismo, que me abrazara sin juzgarme, sin preguntar y que se quedara conmigo a sido increíble, solo el estar sentada conmigo me servido para centrarme, el equipo estaba esperando, siempre a mi lado pero no me centré en que ellos me pudieran ayudar. 

Después de varias canciones y una hora mas o menos terminamos el ensayo para dejar todo echo para el concierto. Al bajar del escenario seguida de mi equipo no la veo por ninguna parte, la verdad me siento un poco triste por la idea de que ella se haya podido marchar, así que con la cabeza un poco baja me dirijo a mi camerino. Al entrar en la carpa me llevo una sorpresa, Val esta en el sillón con uno de mis libros en la mano, parece estar completamente inmersa en el libro que no se da cuenta que estoy aquí, mi cuerpo se relaja rápidamente así que simplemente me acerco por detrás para ver que libro es, resulta que es el mismo que estaba leyendo en la cafetería. Estando detrás de ella puedo ver si físico desde mas de cerca a pesar que la e abrazado antes no me e dado mucha cuenta de ese contacto, coloco mis manos en sus hombros y al momento levanta esa mirada hacia mi, no parece sorprendida de que este aquí. 

-Tu perfume es llamativo, e notado cuando entrabas.- Responde a mi pregunta que solamente estaba en mi cabeza, me agarra la mano y se la lleva a los labios para darme un tierno beso en la palma que hace que me tiemble el cuerpo desde los pies a la cabeza. 

-Ya decía yo que no te has asustado al tocarte.- No puedo evitar reírme ante la situación, doy la vuelta al sillón y me siento en la mesita enfrente de ella y le quito el libro de las manos.- Este libro es bastante bueno, lo descubrí en una feria del libro hace poco y la verdad es que me gusta mucho.- Al cerrar el libro me quedo mirándola, esa mirada tan verde esta clavada en mi.- Gracias por lo de antes, no sabía que hacer.- La veo cerrar los ojos y suspirar.

-No me tienes que dar las gracias por nada, no me debes nada, te vi mal y no quería verte mal, me rompía el corazón verte llorar así.- cada vez la tengo mas cerca, no se si soy yo la que se acerca o es ella. Cuando me doy cuenta se a colocado directamente enfrente mía, de rodillas para poder estar frente a frente se que tengo que decirle algo mas, pero no me salen las palabras, mi cerebro solo es consciente de su cercanía, de su calor, de sus manos en mis rodillas, de sus ojos sobre los míos, inconscientemente me acerco un poco mas a ella, sin saber porque, mi cuerpo necesita su cercanía, ese contacto. Me quedo a solo unos pocos centímetros de sus labios, sin saber si seguir, sin saber si ella lo desea y al darme cuenta, ella cierra esa distancia que me estaba destrozando y se apodera de mi boca con un beso tan devastador como una bomba haciendo que todas las células de mi cuerpo estallen en llamas.

Éramos nosotras dos: Ella y yo, yo y ella. Tomamos nuestras manos-Ah comenzado a sudarme, lo notara? Me e separado un poco-La miro..- Su mirada puesta en mi. Tan tierna, tan de ella. Mis ojos resaltan a media sonrisa. Es un mirarnos repentinamente y sus ojos.... Sus ojos expresan lo mismo. Su sonrisa es angelical, su mirada sostiene la mía, estamos frente a frente de nuevo, me centro en su boca, el blanco de la mía. Acaricio su cara, ella cierra sus ojos, mis manos cubren su rostro, reposando en su piel, me tiembla el pulso. Un lienzo en mis dedos que parece pintar sus ojos, sus cejas, su nariz, es contemplarla, es un bajar a su boca, pincelar su comisura, un paseo de dedos flotando, remarcar sus labios, una venda en mis ojos, un leerla en braille. Mi pecho palpita, en un abrir y cerrar de ojos sus labios se pegan de nuevo a los míos, intercambiamos sonrisas, mis brazos alrededor de su cuello conectadas en un beso tierno, instalándome en esas ganas de besarla mas. Siento que me deshace con su beso, que rompe con sus manos el vestido de nervios, para hacer con ellas una manta de cosquillas en mi cuerpo, un abrigo de electricidad. me dejo llevar, me pierdo en ese producir que causa, la que inicia en el ombligo, sacudiendo los sentidos. La muerdo con ternura y sale una sonrisa picarona. Mi lengua que da salida para transitar su boca, la que entra a buscar otro bailar de bocas, acariciando lento y sorprendiendo con un beso agarrado, de esos que callan la respiración, hace enmudecer, silenciando los suspiros de nuestro pecho. Un beso que abre camino, estamos entregadas. Su cuerpo firme entre mis piernas, la pego a mi cuerpo con una mínima porción de fuerza, me sumerjo en la calidez de su lengua, nadando boca adentro. Envuelvo su boca en un beso voraz, la respiración se nos acopla para convertirse en una sola. Me estremece la pasión creada de pies a cabeza, largo beso, guía a la locura, no quiero parar. Desenfrenado deseo. Temperatura perfecta, creamos nuestro propio clima. Desborda el calor por mis poros. Se esfuma la ciudad y el delirio de mis manos queriendo dejar mis huellas digitales en sus curvas. Un extendido beso que exclama: Quisiera poder besarte hasta la voz.