16

18 2 1
                                    

Caí rendida después de lo ocurrido por la noche, pero al despertar me lleve una amarga sorpresa, Val no estaba conmigo, es como si se hubiera esfumado. Me incorporo un poco cubriéndome con las sabanas, con una sensación de derrota en el cuerpo, pensé que anoche habíamos compartido un bonito momento y ahora me despertaba sin ella a mi lado.  Miro a mi alrededor y me fijo que encima de la mesa hay lo que parece una nota con un boli, me levanto arrastrando la sabana conmigo y agarro lo que confirmo que es una nota al abrirla no puedo evitar una sonrisa.

"Cuando te despiertes escríbeme y te subo el desayuno, estabas durmiendo tan agusto que no quería despertarte. Val"

Dejo la nota sobre la mesa, y agarro mi teléfono, busco su contacto y le mando un mensaje rápido avisándola de que me e despertado, vi que había leído el mensaje así que deje el teléfono en la mesita de noche y me volví a tumbar en la cama, recordando todo lo que pasó por la noche, no conseguía eliminar la sonrisa de mi cara. No se cuanto pasó hasta que pude escuchar la puerta de la habitación. Me quedo tumbada boca abajo, con la sabana apenas cubriendo cualquier parte de mi anatomía, la vi entrar por la puerta con una bandeja con lo que parece llevar café y tostadas. Deja la bandeja en la mesa, junto a la nota y se gira seria para observarme, puedo ver como el deseo crece en su mirada, lo cual consigue que la sonrisa en mi cara se vuelva picara. No hace falta una sola palabra, solo mirarnos para volver a desearnos, ella viene hacia mi, con su paso felino, quitándose la camiseta en el movimiento dejando todo el torso al aire, esos músculos esos pechos que devoré con ansias, me coloco de rodillas, dejando que la sabana desaparezca por mi cuerpo, al momento la tengo devorando mi boca tumbándose encima de mi, sentir su calor de nuevo hace que me erice de nuevo, reclamando el cuerpo que tanto deseo.  Mis ansias no se hacen de esperar y sus manos atacan mi cuerpo provocando oleada de placer, este es el mejor desayuno que podía esperar.  Mi orgasmo llega rápido, fuerte y letal, consiguiendo que mis uñas se claven en su espalda mientras sus labios ahogan mi grito ante el placer. Una vez terminados los espasmos, se aparta lentamente de mi, levantándose, la observo lamerse los dedos con una sonrisa en los labios. Se acerca a la mesa y recoge la bandeja, acercándola a la cama para que yo pueda desayunar, disfruto de las tostadas y el café, después de saciarme con la comida, me levanto para dirigirme a la ducha. Una vez dentro al poco tiempo escucho como tocan la puerta de la habitación, escucho voces pero no puedo distinguirlas, al salir, envuelta en un albornoz veo como ella esta hablando con Pepe, se puso el top para tapar su desnudez. Pepe me mira al salir del baño, con el pelo mojado. 

-Parece que habéis pasado buena noche.- La sonrisa se asoma en sus labios.- Solo vine para asegurarme que estabais bien los dos.- Se separa un poco de la mesa mientras ella terminaba la ultima tostada que me deje.- Ya que estoy aquí, el grupo hemos quedado para salir a comer, porque no os tomáis vuestro tiempo y os unís a nosotros para salir mas tarde.- Mientras dice esto sale por la puerta, miro mi teléfono para ver la hora y son las 9 de la mañana. Val me observa moverme por la habitación con mi teléfono en la mano. Mientras divago me llega un mensaje de un numero desconocido, al abrirlo me doy cuenta de mi error y dejo caer el teléfono en la cama mientras comienzo a temblar.

-¿Que sucede Mo?.- Al momento ella esta a mi lado, sujetando mi mano, le señalo el móvil para que lo mire y no duda un segundo.

"Volver a rechazarme a sido tu mayor error, haré que tu y tu perro os arrepintáis de todo, no te dejare ser feliz, te destruiré con todo lo que tienes"  no nos hace falta decir quien es, ni siquiera hablar sobre ello, sabemos quien es sobradamente, no se que es lo que hace con mi móvil pero intento evitar mirar, así que salgo al balcón para tomar un poco el aire, al momento puedo sentir su cuerpo detrás de mi, sus manos se colocan en mis caderas y puedo sentir su aliento en mi oreja.

-No dejaré que te haga nada, me quedaré a tu lado todo el tiempo que necesites.- Sus manos no abandonan mi cuerpo dándome  la seguridad que me hace falta en esta situación. mi cuerpo comienza a arder ante su simple contacto, algo que no me había pasado nunca con nadie, coloco mis manos sobre las suyas, introduzco su mano bajo la mía, por debajo del albornoz, justo sobre mi pecho, al momento su boca ataca mi cuello, mientras comienza a masajear mi pecho y pellizca mi pezón. No separo nuestras manos mientras conduzco la otra hacia abajo, sin desabrochar el albornoz, le guio hacía abajo, dejándola darse cuenta de lo húmeda que estoy con su simple cercanía, comienza a masajear mi clítoris, consiguiendo que comenzara a moverme contra su mano moviéndome más rápido, justo cuando estaba apunto de correrme, introduce dos dedos en mi interior, arrastrando dos de los míos junto a ella, el orgasmos llega en una explosión impensable, su brazo me sujeta mientras siento que mis piernas comienzan a fallar, sujetándome, consiguiendo que mi orgasmo llegue hasta el punto cúspide. Me gira en sus brazos, me levanta como si fuera una pluma y me vuelve a introducir en la habitación. Se deshace de mi albornoz en camino a la cama, volviendo a dejarme tumbada, puedo observar el deseo ardiente observando mi cuerpo desnudo sobre la cama, sus manos se mueven suaves sobre mi, dejando que los suspiros llenen la habitación. No puedo evitar gritar ante el ataque de sus manos sobre mi cuerpo y la arremetida de su boca sobre mi parte más sensible. 


La Capitán y La PanteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora