No importaba la hora. Aún sostenía el sobre en su mano, con la misma curiosidad con la que lo había descubierto. Rompió el sobre y dentro se encontró con una hoja.
A diferencia de todo lo demás, no era una carta.
Se trataba simplemente de una nota, como otras tantas que había encontrado pegadas en la pared o en el post it que había querido meter en el cuaderno la primera vez. Frente a ella se encontraban solo un par de palabras, sueltas como un susurro perdido en el viento. Estaban prolijas, ordenadas en una línea recta perfecta, pero no llegaban a ocupar ni media hoja. Sumado a eso, no entendía las palabras que decía. Las leyó un par de veces, hasta que descubrió que no estaban en español.
"numquam ero pars celandi iterum."
Ponía la carta, y luego le seguían unos cuantos números.
Corrió hacia el primer dispositivo electrónico que encontró para conseguir la traducción de lo que decía la frase, y luego de un par de minutos, resultó que descubrió que la frase era en latín. Significaba "Jamás volveré a ser parte del secretismo".
Claro que tal vez no era la traducción correcta o más específica, pero se encontró en esas palabras la frase que la escritora en sí misma había utilizado para dirigirse a Santiago, así que no podía estar tan mal, ¿cierto?
Sin embargo, al dar vuelta la hoja, se encontró con algo más. De un lado, aparecía la frase. Del otro, números aleatorios. Coordenadas, mejor dicho.
Así como no sabía de idiomas, menos de coordenadas. En el buscador, comenzó a buscar las coordenadas. El mapa comenzó a acercarse, saliendo desde la ciudad de Londres en la que ella se encontraba y trasladándose hacia un pueblo muy específico, desconocido completamente para ella. Jamás había abandonado el país, ni la ciudad siquiera.
Aparentemente los números eran bastante precisos, porque unos cuántos segundos más tarde tenia reflejado en la pantalla un pueblo pequeño, con una superficie de ocho kilómetros aproximadamente.
Minimizó la imagen del mapa, buscando algún nombre conocido, algún lugar que pudiera reconocer.
"Positano" ponía el mapa.
Minimizó un poco más el mapa, y entonces pudo reconocer un nombre, finalmente.
"Italia."
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Las Cartas de Agnes
Teen FictionComenzó buscando una casa, y en cambio, terminó encontrando algo mejor. La joven Ivy jamás hubiera esperado que aquella casa entre St. James y Charles II fuera a significar una completa aventura, ni que la fuera a transformar tanto. Ahora no s...