Capítulo 7

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La linda omega de cabello rubio estaba emocionada, muy temprano por la mañana recibió un mensaje de Hyunjin pidiéndole verse en persona. Una sonrisa apareció en su rostro y como era de esperarse rápidamente decidió alistarse para estar lista y ver a Hyunjin, el alfa que tanto deseaba desde hace años. Vistió un vestido blanco, simple y casual para no llamar la atención, aunque eso sería un milagro. No quería entrar en rumores al verse con Hyunjin y si eso llegara a pasar ya tenía una excusa preparada.

Salió de su casa y le indico a su chófer la dirección a donde iría, esperaba poder conquistar el corazón del alfa porque en verdad estaba enamorada de él y está era su oportunidad, su única oportunidad para estar con el alfa que tanto ama. Llegó al lugar en donde ya estaba Hyunjin sosteniendo un pequeño ramo de dalias, vio la hora en su reloj y allí es donde se percató de que había llegado más tarde de la hora en la que la habían citado. El alfa se le acercó y ella sonrió al recibir el ramo de flores.

— Pensé que no vendrías — comento el más alto. Como reflejo empezaron a caminar por el lugar en donde la cantidad de personas es casi nula. La omega iba al lado de Hyunjin mientras jugaban con los pétalos de una flor del ramo de dalias.

— Hay un poco de tráfico, espero y disculpes mi retardó — explicó con delicadeza en su voz.

— Pensé en lo que me propusiste, Yukjo, sabes que no podré cortejarte como se debe, no podremos salir a citas como normalmente se hace porque pueden salir rumores y ante todos yo estoy enlazado, solo afectaría la reputación de ambos, es una situación delicada y aún no logró comprender porque estás dispuesta a esto —habló directamente y sin hacer ninguna pausa. Debía se ser directo con la omega.

— Tengo muy en cuenta la situación de las cosas Hyunjin, aun así, quiero que me cortejes y la razón es muy simple. Estoy enamorada de ti, siempre lo he estado — soltó con timidez, pero al final sonrió. Lo volteo a ver y le regaló una cálida sonrisa. — Si tú estás dispuesto a darme una oportunidad yo haré todo lo posible para enamorarte, quizá en estos momentos sea demás complicado y difícil realizar el cortejo, pero después habrá más tiempo para reponer todas las citas, solos tú y yo — mantuvo su sonrisa todo el tiempo. Realmente estaba dispuesta a dar todo de ella para ganar el corazón de Hyunjin, poco a poco, sin ninguna prisa porque después de que el cortejo diera por terminado tendrían todo el tiempo del mundo para ellos dos.

Hyunjin comprendía todo, con el tiempo quizá podría generar sentimientos reales por omega y poder corresponder lo que ella siente. Tomaría varios meses para que eso ocurriera o que con el tiempo simplemente su corazón decidiera no amar a la chica. Son posibilidades totalmente distintas y aunque no estaba convencido del todo decidió correr el riesgo de no llegar a sentir nada. Lo haría por Jeongin. Para que el omega pueda estar libre y sin nada que lo até a él, cumpliría lo que le dijo.

Por Jeongin más que por él, solo quería ver al omega feliz.

— Si así lo deseas — hizo una pausa y luego prosiguió. — Yukjo, ¿aceptas mi cortejo? — preguntó.

— Ya lo hice — respondió y Hyunjin se limitó a asentir.

Caminaron por un rato más, trataban de conocerse nuevamente cada uno contado aspectos de su vida actual. La omega había retomado sus estudios en administración de empresas, no le gusta nada relacionado a eso pero su madre le insisto a tal punto de obligarla. Lo único bueno era que podía modelar, que era lo que realmente le apasionaba desde que era pequeña. Por otra parte, Hyunjin solo escuchaba a la chica, no tenía mucho que decir de su vida, trabajaba al frente de una gran empresa y tenía el tiempo libre que el deseara, no tenía un horario estrictamente programado a comparación de Yukjo. Eran tan diferentes.

Pero, polos opuestos se atraen ¿no?

— Yo me quedaré aquí, tengo una entrevista y ya es la hora exacta para eso — aviso la omega al detenerse frente a una cafetería.

— Está bien, nos vemos en otra ocasión — se despidió. La omega asintió y saco su celular para ver la hora.

Antes de que Hyunjin se marchara de allí su olfato percibió aquel peculiar aroma que ya conocía. Lavanda, pero también había otro aroma proveniente de una casta alfa. Un aroma a vino, que también conocía y no le caía nada bien a la dueña de ese olor. Su mente le ordenó irse, pero sus pies no obedecían las instrucciones, su cuerpo estaba estático.

Soyeon lo vio con recelo, aún seguía sin agradarle y tenía motivos suficientes. A su lado venía un alegré Jeongin que lanzaba palabras al aire con entusiasmo y que aún no notaba que el alfa estaba a unos cuantos metros.

— ¿Hyunjin? — hablo cuando quedó frente a él.

— La esperamos adentro señorita Lee — dijo la alfa y tomo la muñeca de Jeongin quien por alguna razón no se movía de su lugar.

Hyunjin noto el agarre que Soyeon tenía sobre la muñeca de Jeongin, su lobo le pedía alejar al omega de aquella alfa porque podría ser una amenaza, pero su razonamiento humano era mayor, no haría las cosas que su lobo le pedía pues solo lo hacía por instinto. Jeongin lo vio una vez más y luego entro a la cafetería detrás de Soyeon. Tomaron asiento frente a una mesa que estaba libre y Yukjo entro un instante después.

— Podemos comenzar — dijo la omega.

Ambos asintieron y comenzaron la entrevista. Hicieron varias preguntas las cuales fueron contestadas con amabilidad, todo sobre los proyectos de la omega y su carrera como modelo. Todo paso rápido y por suerte no hubo ningún inconveniente en el proceso. Cuando Soyeon estaba empezando a recoger todo le llegó una llamada de un número extraño, tomo su celular y atendió la llamada mientras se encogió de hombros al ver la mirada curiosa de Jeongin sobre ella.

— ¿Hola? — saludo y espero en la línea.

— ¡Yeonnie! Acabó de volver, no te había podido contactar antes. Perdí mi celular, otra vez — una pequeña risa se logró escuchar. Quien estaba al otro lado de la línea es su novia, Yuqi.

— ¿Estás en el aeropuerto aún? — pregunto con entusiasmo y al recibir una respuesta afirmativa volteo a ver a Jeongin para pedirle de favor que la cubriera en el trabajo.

— Ve Soo, yo me encargo del resto — la alfa le agradeció y salió corriendo del lugar.

Jeongin se rio por las acciones de Soyeon, pero la entendía, llevaba demasiado tiempo sin saber de Yuqi y era normal que tuviera esa reacción. Continúo recogiendo las pocas cosas que había utilizado mientras las iba guardando en su mochila.

— Jeongin — hablo la omega y el peliblanco alzó la vista para verla — Hyunjin acepto cortejarme, creí que lo debías de saber — se encogió de hombros mientras se levantaba de la silla.

— No me interesa saber eso señorita Lee, con su permiso — termino de levantar sus cosas y se fue del lugar luego de colocar su mochila sobre sus hombros.

Hyunjin la cortejaría para después darle su marca, le mostraría intereses y le regalaría todo su tiempo, la llevaría a citas y con cada detalle le demostraría lo mucho que le importa. ¿Cómo se siente un cortejo? Jamás ha tenido esa experiencia. Hyunjin solo lo marco sin su consentimiento, pero con Yukjo sería diferente. Muy en el fondo le hubiera gustado haber sido el quien está en el lugar de la omega, sin embargo, no le daría más vueltas al asunto, no tenía caso hacerlo. Él no era nadie en la vida de Hyunjin y jamás llegaría a serlo.

Salió del establecimiento con sus pensamientos acabando con él, tenía el gran problema de pensar demasiado en las cosas por más mínima qué sean, eso causaba su insomnio. Tomo su celular en manos mientras buscaba distraer su mente para que así sus pensamientos se fueran por un momento. A punto de cruzar la calle vio como una mano le arrebató su celular, sus sentidos se alertaron y alzó la vista dando con un alfa. Frunció el ceño y se acercó para tratar de quitarle su celular.

— Hyunjin, dame mi celular — pidió mientras se acercaba. El alfa solo se alejaba retrocediendo con pasos rápidos al ver que Jeongin se acercaba a él con mucha agilidad.

— No debes ir viendo el celular mientras caminas, te podría pasar algo — dijo y puso el aparato en su bolsillo — Vamos, te llevaré de vuelta a tu trabajo — le tenido su mano esperando a que Jeongin la tomara. Hyunjin había esperado afuera de la cafetería hasta que Jeongin salió, su acción lo confundía, pero actualmente es lo que menos le importaba.

— Puedo ir solo no está tan lejos como para que me acompañes, no me voy a perder — rodó los ojos y se cruzó de brazos.

— No importa, te voy a acompañar y esa es mi última palabra — aunque Jeongin se negara tomo su mano para comenzar a avanzar y el omega no tuvo más remedio que seguirlo y ceder.

Caminaron en un total silencio, no sabían que decir y preferían conservar la tranquila aura que se generaba entre ambos. Sus manos encajaban bien, como si estuvieran destinadas a sostenerse la una a la otra generando calidez al tacto.

Llegaron al edificio donde ambos se detuvieron, Jeongin debía volver adentro para seguir con sus labores del día, pero no quería soltar la mano del alfa. Sin embargo, lo hizo, soltó la paz que Hyunjin le daban al tomar su mano.

— ¿A qué hora sales? — pregunto el alfa. No había despegado sus ojos de Jeongin, era tan hermoso que podía verlo todo el día.

— Hoy salgo por la noche, como a las nueve — hizo memoria para recordad el horario de ese día. Siempre tenía presente sus horarios, pero tener la vista del alfa sobre él le hacía perder la cuenta de los días.

— Bien, vendré por ti a esa hora — avisó y Jeongin asintió con una pequeña sonrisa formada en su rostro. Hyunjin parecía cuidarlo, en un punto debían aparentar ser una pareja, pero como el alfa le hacía sentir iba más allá de solo fingir, parecía que lo cuidaba en verdad.

— ¿Por qué lo haces? — Aparto su vista hacia otra parte. — Pareces cuidarme más allá de solo fingir. ¿Por qué? — soltó sin más. Necesitaba respuestas para sus dudas o no podría dormir en la noche.

— Un alfa siempre cuida y protege a su omega — Hyunjin tomó los hombros del omega para verlo y las mejillas del otro adoptaron un sublime color carmesí. —Y tú eres mi omega Jeongin — termino de decir mientras veía al omega a los ojos.

Quito sus manos de los hombros de Jeongin y con delicadeza se acercó al rostro del menor, le importo poco que hubiera personas a su alrededor y termino por plantar un beso cerca de la comisura de sus labios que despertó emociones infinitas en el corazón del Jeongin quien quedó estático.

— Hyunjin... — susurró. Trato de decir algo más, pero las palabras desaparecían de su boca.

— Vendré por ti más tarde — le acomodó un mechón de cabello que estaba desarreglado y se dio la vuelta para luego marcharse.

Las emociones de Jeongin habían quedado hechas un desorden. ¿Qué era aquello que sentía en su estómago, qué le erizaba la piel y alteraba sus sentidos al punto de no poder moverse ni formular una frase? ¿Era bueno o malo? ¿Sólo sería temporal? ¿Por qué es Hyunjin quién le genera eso?

Más y más preguntas sin respuesta aparecieron por su mente mientas veía al alfa terminar de desaparecer por completo. Quería que sus preguntas fueran resueltas, sin embargo, no quería que aquellas respuestas estuviera relacionadas con el sentimiento de cariño o amor. Y aunque así fuera, aunque llegará a gustar de Hyunjin, aunque su lobo le pidiera estar con el alfa, aunque sus sentimientos llegarán a cambiar, Hyunjin jamás sería suyo, solo era cuestión de tiempo para que Yukjo tomara su lugar como omega de Hwang Hyunjin.

Podría jurar que tenía una conexión especial con Hyunjin, lo sentía cada que estaba cerca del alfa, era como si algo los uniera más allá de la marca y el lazo que compartían. Era algo más que solo eso. Sin embargo, no averiguaría que es, no tenía por qué hacerlo. Hyunjin solo sería su alfa temporalmente, solo eso.


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[Marca accidental] «Hyunin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora