Capítulo 3

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Recordando el Pasado

POV Narradora

Varías horas después

La noche había llegado y las chicas habían pasando un día bastante agradable juntas. Roberta por fin había destapado y limpiado la piscina y pasaron el tiempo afuera. La rubia tomó el sol y la vista del mar mientras Roberta nadaba y le salpicaba agua.

No intercambiaron muchas palabras, la compañía era suficiente para pasar un buen rato.

Después de terminar en la piscina, se bañaron y ahora se encontraban en sus propias habitaciones haciendo de las suyas.

Mia había recibido la buena notica de que su ex esposo por fin había sido despedido de la empresa Colucci después de una larga batalla entre los más arriba. Ya habían encontrando suficientes razones para despedirlo ya que el derrumbar su matrimonio no fue suficiente y no quedaba en los estándares del despido.

Ahora Mia se encontraba hablando por video llamada con su amiga, nadie más que la gran Victoria Paz, platicando y escuchando más sobre la despedida de su ex marido.

Mientras tanto Roberta se encontraba viendo fotos de su pequeño. Ese niño era su todo y la estaba matando no poderlo ver. Lo extrañaba tanto. Recordaba cada momento junto a él. Desde que se enteró que venía en camino, a cuando nació, su primera sonrisa, risa, paso, golpe, todo.

Recordaba el proceso largo de preparar su cuarto, escoger su ropa, alistar la casa y más escoger su nombre.

El que le tocara niño significaba que ella le pondría el nombre y que suerte tuvo. Madison le quería poner algo un tanto exótico por si le tocaba una niña, pero no fue así.

La pelirroja le puso algo simple y común a su pequeño.

Juan Benjamín, el primer y bueno, el único Pardo Pérez. Había escrito su nombre en caligrafía perfecta en aquel papel azul y también en su piel. En esa misma escritura llevaba el nombre de su niño tatuado en la parte de arriba en su espalda acompañado por su huellita.

Pronto lo iba ver, eso lo tenía por seguro.

Lo que también tenía por seguro es que tenía hambre así que se levantó se su cama y salió de su cuarto.

Fue hacia el cuarto de la rubia y tocó la puerta.

Mia se disculpó con su amiga silenció su llamada para que no pudiera oír lo que la pelirroja le iba decir.

Le accedió paso y la pelirroja asomó su cabeza.

-¿Qué sucede?—preguntó la rubia.

-Este... voy a ordenar algo, ¿vas a querer?—preguntó algo nerviosa.

Se sorprendió al oír el pequeño temblor en su voz.

La rubia enarcó una ceja.

-¿Vas a ordenar pero no me dices qué?—se burló.

La pelirroja rodó los ojos.

-Voy a ordenar sushi, uno de aquellos platos algo grandes—dijo algo tímida.

Mia sonrió.

-Está bien—le dijo.

La pelirroja iba decir algo más pero se detuvo al ver la pantalla del celular de Mia alumbrarse.

-Perdón, no sabía que estabas ocupada—se disculpó.

-Tranquila, solo hablaba con Vico—dijo.

Roberta se puso algo incomoda y era evidente, pero la rubia no dijo nada.

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