Capítulo 2

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Si hay algún error lo arreglaré después

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Hablando de Divorcios

POV Roberta

Días después

Ya habían pasado unos días desde que Mia llegó y honestamente ni la he visto por la casa.

Tal vez es porque paso la noche despierta y el día dormida. Si no estoy en el balcón o en mi despacho tomando, estoy en mi cama pudriéndome.

Lo único que me mantenía viva era el saber que vería a mi hijo. Madison me lo estaba alejando y apenas lo veía por video llamada. Ella quería hablar conmigo pero yo no y por eso no he podido ver a mi pequeño.

Hoy tenía una reunión con mi abogado. Tenía que estar despierta y más tenía que limpiar bien. Tener un lugar asqueroso no era bueno para nadie.

Me levanté de la cama algo sudada y opté por darme una ducha. Tampoco tenía que oler al diablo.

Entré al baño, me duché rápidamente y me vestí.

Era temprano, demasiado temprano así que tenía tiempo para limpiar.

Salí de mi cuarto y bajé las escaleras silenciosamente. No sabía hasta que hora Mia dormía así no haría nada que la pudiera despertar.

Agarré lo necesario para limpiar y comencé a recorrer la sala.

Parecía que Mia no la pasaba aquí, estaba como lo dejé, tal vez con un poco más de polvo.

Terminé de limpiar y me moví a la cocina. Esta también estaba limpia pero si parecía que alguien estuvo activo.

Seguí y por fin limpié el vidrio que estaba en el piso y bajé el cuadro de mi boda.

Tomé el cuadro, salí afuera y me deshice de él en el gran bote de basura.

Volví adentro y me hice un cafecito. Lo único que llevaba tomando estos días era whiskey y un poco de agua.

No se cuanto tiempo pase parada en la cocina. Salí de mi trance cuando oí la voz de Mia.

-¿Roberta?—oí detrás de mi.

Voltee a mirarla. Aún vestía en su pijama rosa con el pelo suelto y sin maquillaje.

-Hola Mia—dije volviendo a mi taza.

La mitad del café había desaparecido y el resto quedó abandonado y yo ni cuenta me había dado.

-No te he visto en toda la semana—se sentó enfrente de mi.

-He estado algo mal—moví la taza sin mirarla.

-Me lo imagino. ¿Quieres hablar?

Negué.

-¿Vendrá Juan?—preguntó algo tímida.

-Hoy no pero espero que pronto. Madison no me lo deja ver—alce mi mirada.

-Ella no puede hacer eso—frunció el ceño.

-Lo sé pero como ella lo parió tiene más poder sobre el.

Ella negó.

-Que estupidez. ¿Hace cuanto que no lo ves?

Suspiré.

-Como en dos semanas más o menos—dije con tristeza.

Ella abrió los ojos como platos.

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