Capítulo 5

291 27 3
                                    

Un Cosquilleo

POV Mia

(...)

Los días pasaban y Roberta parecía alejarse más.

¿Qué le estaba pasando?

Pensé que nos estábamos llevando tan bien. Supongo que la vida le está pesando y lo entiendo así que he querido darle algo de espacio.

Lo malo es que parecía no poder alejarme.

No era solo que apetecía estar cerca de ella sino que lo necesitaba. Mi corazón parecía latir más fuerte y más veloz cuando estaba cerca. Me causaba algo que no podía explicar bien. Era algo que jamás había sentido.

Verla mal me ponía mal a mi.

Ella había hecho tanto por mi. El dejarme quedar en su casa era solo una cosa, pero ella hizo todo por hacerme sentir cómoda y bienvenida. Me contó su historia y me contó sus miedos. Ella jamás se había abierto así conmigo.

Haría lo que fuera para verla bien.

De repente oí su grito desde la planta de arriba pero antes de que podía reaccionar oí sus pasos bajando por las escaleras.

-¡Mia!—gritó.

Venía hacia mi pero paró y dio una vuelta para ir a su despacho aún de la misma velocidad.

Estuvo adentro del despacho por un momento luego volvió a mi.

Se agachó y puso sus manos sobre sus rodillas intentando recuperar el aliento.

-¿Qué pasa?—la miré algo alterada pero divertida.

-Hoy... Juan...—intentó hablar entre respiros.

-A ver, cálmate y respira.

Ella asintió y se incorporó bien para luego respirar profundamente.

Sus ojos brillaron y una sonrisa enorme se formó en su cara.

-Me llegó la llamada, Juan viene hoy—dijo con los ojos algo aguados.

-¿En serio?—pregunté feliz.

Ella asintió con entusiasmo.

-¿Cuando llega?

-En un par de horas—sonrió.

-¡Pues ponte a limpiar! Arréglale el lugar—dije.

Ella frunció el ceño.

-¡Tienes razón!—asintió.

No la dejé decir nada más.

-¡Vamos!—tome su mano y fuimos hacia donde guardaba todos los productos de limpieza.

POV Narradora

Las chicas empezaron a ordenar la casa empezando por la cocina.

Querían dejar todo sin mancha.

Siguieron a la sala usando la aspiradora sobre la alfombra y arreglando los juguetes que el pequeño había dejado.

Siguieron a los cuartos aunque en si él no estaría en ellos pero era mejor mantenerlos limpios también.

Limpiaron los baños, el cuarto del pequeño y hasta el patio.

Al terminar ambas tomaron asiento en la sala intentado asimilar lo que estaba por pasar.

Roberta volvería a ver a su hijo y Mia conocería bien al pequeño.

Ambas estaban demasiado nerviosas.

Parte De MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora