Parte De Mi

Capítulo 6

Extraña Sensación

POV Mia

Algunas horas después

Pasaron algunas horas desde que llegó el pequeño Juan y aún no me creía lo había visto.

Este lado de Roberta era muy desconocido y me muero por conocerlo. Ya tenía idea de cómo era pero ahora que lo vi con mis propios ojos veo que hay más.

Ver el amor en los ojos de ambos era algo realmente hermoso.

Aún no lo he podido conocer bien ya que después del reencuentro el mediador y ella tuvieron que ir a hablar y desaparecieron a su despacho y aún no han salido.

Estaba muy nerviosa pero emocionada por conocerlo. Me parecía una ternura y con solo ver sus pocas acciones se nota que ama a su mamá.

Salí de mis pensamientos cuando oí la puerta de su despacho abrirse. Volteé mi cabeza hacia el sonido y vi como el mediador salía del despacho con Roberta por detrás, esta traía Juan entre brazos.

Lo llevó hasta la puerta y se despidió de él para después cerrarla y volver a la sala.

Me sonrió y le devolví la sonrisa.

-Perdón, no quise dejarte sola—se disculpó.

-No tienes que disculparte Roberta, hay cosas más importantes—dije.

-Aún, es de mala educación.

-Educación no es lo tuyo y lo sabes—reí.

-No, no lo es—rió sentándose a mi lado.

Acarició la espalda de su pequeño haciendo que levantara su cabeza del hombro de madre y la mirara con una sonrisa.

-Bueno no tardes, preséntame a este niño guapo—dije.

Me sonrió y le acarició su pelo negro.

-Mia, él es Juan Benjamín—lo miró. -Juan, ella es Mia—sonrió.

Él volteó a verme y sonrió pero su sonrisa desapareció rápidamente y me miró demasiado enfocado.

Miró entre su mamá y yo y luego apuntó hacia mi cara, más bien a mis ojos.

-Azul—susurró curioso.

-Si bebé, Mia tiene ojos azules—le dijo.

Se rió y estrechó su pequeña brazo.

-No seas tímido mi amor, pídele lo que quieres—dijo.

Juan se sonrojó dándome demasiada ternura.

Escondió su cara en el hueco del cuello de Roberta luego volvió a mi.

Estrechó ambos de sus brazos y me miró suplicante.

Miré a Roberta y ella asintió.

Lo tomé entre mis brazos y lo miré con una sonrisa.

-Hola guapo—le sonreí.

Él solo me dio esa sonrisa de la cual ya empezaba a amar.

-Ay no Roberta, este niño es todo un coqueto—la miré.

-Lo sé, será todo un problema cuando crezca—dijo algo preocupada pero orgullosa a la misma vez.

-Así como tú—la molesté.

Sentí como Juan se abrazó a mi cuello y descansó su cabecita sobre mi hombro.

Acaricié su espalda con cuidado.