Capítulo 10

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¿Sientes Lo Que Siento?

POV Narradora

El sol comenzaba a filtrarse por las ventanas y solamente las chicas se encontraban en la cama.

Cierto pelinegro se había salido de la cama sin ser notado y se encontraba rebuscando y sacando cosas de los cajones de su mamá.

Sin la presencia del pequeño en la cama, las chicas sintieron el vacío entre sueño y sin poder evitarlo se habían acercado. Estaban tan cercas que Mia había terminado sobre el pecho de Roberta y esta la abrazaba fuertemente.

Mientras el pequeño pelinegro abría y cerraba los cajones sacando cosas terminó sacando un libro que su madre guardaba con el intento de mantenerlo seguro. Lo dejó caer sin querer haciendo que ambas chicas abrieran los ojos asustadas.

Las chicas se miraron y ambas fruncieron el ceño al ver la posición en la que se encontraban pero aún así no podían encontrar la fuerza para separarse.

-Uh oh—dijo el pequeño inocentemente.

Mia y Roberta por fin rompieron el contacto visual, sonrojándose al instante.

Se separaron del abrazo y se incorporaron viendo el desastre que Juan había hecho.

-¿Qué es todo esto?—preguntó Mia divertida.

Roberta lo miraba de la misma manera hasta que notó el libro en el piso.

Frunció el ceño y se paró de la cama de inmediato para luego recoger el libro.

-¿Qué sucede?—preguntó Mia al ver que Roberta estaba algo alterada.

-Nada—dijo rápidamente mientras ponía el libro en un lugar donde Juan no podía alcanzar.

Volvió su mirada a Mia y le dio una sonrisa tímida pero esta no estaba convencida.

POV Mia

-Ven bebé—Roberta tomó a Juan entre sus brazos.

Lo sentó en la cama para después empezar a recoger las cosas del piso.

Observé bien la interacción entre los dos.

Roberta aún parecía algo asustada pero calmada a la misma vez.

¿Qué era ese libro?

Tal vez no era sobre el libro, tal vez había algo más en los cajones que Roberta no quería que viera.

-¿Qué te dije sobre sacar cosas de mis cajones?—lo miró seriamente.

Juan se encogió de hombros inocentemente.

Me levanté de la cama y la ayude recoger las cosas que solo parecían ser camisetas, calcetines y uno que otro bóxer, estos últimos decidí no recoger. Ella los recogió y los guardó rápidamente.

Al terminar se paró en medio del cuarto con sus manos sobre su cintura y soltó un suspiro.

-Que pose de diva—la molesté.

Ella negó con una sonrisa pero rápidamente la borró y miró a Juan.

Mis ojos viajaron por todo el cuarto observando todo lo que no pude en la oscuridad hasta quedar fijamente en ella de nuevo.

Empezó a hablar pero sonaba distante, apenas podía distinguir su voz. Solo podía mirarla y apreciar su belleza.

Su cara limpia, sin maquillaje me dejaba ver bien sus facciones. Era hermosa, digo antes me parecía hermosa pero ahora se sentía diferente. Mi mirada parecía buscar más, así como la suya anoche.

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