1. MEJORES AMIGAS

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NARRA GWENDOLYN:

Comencemos desde el principio obviamente, te pondré un poco en contexto, me llamo Gwendolyn Jones, lo sé mis padres no fueron muy creativos al darme un nombre, también me han llamado Gwen bueno, en realidad solo una persona me decía así, entre otros sobrenombres. Evan Peters era un chico tímido, pues él era mi vecino y mi mejor amigo, al principio vivimos juntos mientras mi madre se compraba la casa de en frente a su amiga Julie, así que crecimos casi juntos los dos primeros años de nuestra niñez. ¿Cómo fue posible este suceso?, pues te contaré.

Mi madre, una mujer llamada Marie, psicóloga, conoció a Julie en el internado donde estaban hacían su práctica profesional, se hicieron muy amigas, mejores amigas a tal punto que decidieron comprar casa en el mismo vecindario, así podrían estar siempre juntas y lo mejor de todo, chismosear, pues por alguna razón mi madre y la tía Julie decían que Evan y yo éramos como la canción de Pulp Disco 2000, ellas soñaban que sus hijos en algún momento fueran novios, estas señoras se dejaban llevar por el Britpop de la época.  

Cuando niños, Evan y yo convivíamos, pero no éramos amigos, él era un tanto tímido, de pequeño su madre lo llevo al psicólogo porque no hablaba, así que yo fui el conejillo de indias y comenzamos a hablar, y por esta misma razón mi madre le regalo a Evan una perrita llamada Emi, ella sería su perro terapéutico por así decirlo, ella pensó que sería una buena idea para que él pudiese relajarse.

El sueño de Evan era estudiar actuación en la Universidad y algún día ser famoso. Por mi parte, me había llamado mucho la atención las cosas relacionadas con la psicología, ya que mi mamá tiene una gran biblioteca, así que ese era mi sueño, al igual que mi familia, puesto que tenía un hermano mayor que también lo era, la segunda opción era ser escritora, desde muy pequeña también solía escribir guiones.

Para mi madre mi futuro era ser la Esposa de mi mejor amigo, tener una buena carrera y sus sueños también serían cumplidos.

Pues no, gracias, no haría esas fantasías de fanfic realidad para mi madre, que se consiguiera su propia realidad alterna, sin reflejar sus necesidades en mí.

Esta era una de las conversaciones recurrentes con mi madre, cada vez que se trataba de Evan:

— Entre más lo desees, más rechazo me generará todo esto — dije mientras sostenía unos de sus libros.

— Pues Julie y yo lo hemos manifestado— contestó mi madre.

—Eres psicóloga, me extraña que creas en esas cosas.

NARRA EVAN:

Gwen vivía en frente de mí, pues podía ver desde su ventana y ella de la mía, nuestras madres estaban tan obsesionadas en que nosotros seriamos novios o algo por el estilo, pero los amigos no pueden ser nada romántico, por algo éramos amigos, aunque debía admitir que era la única amiga que tenía, los demás no me interesaban para nada, además tenía todas las consolas que deseaba, mi padre trabajaba demasiado tiempo fuera así que pasaba la mayor parte del tiempo solo con mi madre, en St. Louis. En ocasiones me cuidaba la madre de Gwen, también recuerdo que ella fue la primera chica que me hablo, de pequeño por alguna razón no hablaba mucho y ella me sacó de esa burbuja.

A veces me cuestionaba si en algún momento lo que tanto anhelaban nuestras madres se harían realidad, ¿quién sabe?, en este momento para mi Gwendolyn era como un niño bajito.

Y así es como comienza nuestra historia... El futuro es incierto, así que es mejor comenzar por el pasado.

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