OUR SONG

3. BAILE DE PRIMAVERA

NARRA EVAN:

Sinceramente, si quería ir al baile con Gwen, pero ella insistió que debía conocer a más chicas, y bueno, supongo que tenía razón en un futuro no muy lejano, creceríamos y ambos tendríamos que separarnos, posiblemente ella estudiaría en alguna universidad distinta a la mía, y no nos veríamos lo suficiente, o quizás ella se enamoraría y tendría una familia y ya no hablaríamos, había muchas cosas que podían romper esta amistad.

Al bajar con mi traje, mi madre fue a sacarme una foto, y a ordenar la flor que llevaba en el bolsillo.

— Qué bello te ves, ¿iras a buscar a Gwen?, deberías llevarle esto —dijo ella entregándome una flor en una pequeña bandeja con un protector.

— No, ella no es mi pareja, mi pareja es otra chica del salón — dije encogiéndome de hombros.

— ¿Por qué no invitaste a Gwen?, ¿ella tiene pareja?

— Supongo que si, ya sabes, Gwen es una chica linda, seguramente tendrá con quien ir— Al decir esas palabras vi como mi madre me miraba con una sonrisa picara.

— Bueno, esperemos que ella lleve a alguien, le marcaré a Emma para saber si ella tiene compañía.

— Emma no está, esta semana trabajará hasta tarde, así que Gwen debe estar sola en casa.

— Deberías ir a buscarla conociéndola, quizás ni siquiera le interese ir al baile.

Tome la flor que me había dado mi madre y cruce la calle para tocar la puerta de su casa, las luces estaban apagadas, y estaba contra el tiempo, ya que tenía que ir a buscar a Cloe.

Sabía que la familia guardaba una copia de la llave en una pajarera que estaba colgada en un árbol.

— Algo muy típico, deberían cambiarla de lugar — dije metiendo mi mano sacando la llave.

Entre y vi a Gwen viendo televisión con pijama y con una mascarilla verde en su rostro, así que prendí las luces y ella se espantó al verme.

NARRA GWEN:

Como no había encontrado pareja y mi madre trabajaría toda la noche, no habría nadie que me obligara a ir al baile, no quería ir y terminar como Carry, por alguna razón no estaba animada, estarían todos con pareja menos yo, y  había deducido que Evan ya se habría ido, así que nadie me molestaría.

Prendí el televisor y comencé a ver alguna serie coreana que me presentaba el catálogo de la aplicación que teníamos en la TV, me había hecho una pequeña skincare, parecía a Sherk con aquella mascarilla verde, habían transcurrido algunas horas y estaba oscureciendo, de pronto se prendieron las luces y eso me espanto bastante, era Evan que estaba parado vestido formalmente y con una flor en su mano, por el susto ambos comenzamos a gritar del espanto.

— ¿Qué haces aquí? — dijo sin dejar de mirarme.

— Nada, veo una novela.

— Pero tenemos el baile.

— Ve sin mí, no conseguí pareja — dije mientras llevaba un Doritos a mi boca.

— Pero yo iba a ser tu pareja y tú insististe que fuese con alguien más.

— Debes conocer a más chicas, ¿has interactuado con alguien que no sea yo?

— ¿Y qué importa eso?, te traje esto de todas formas — dijo tendiéndome la flor.

— No iré al baile, no es importante.

— Si no vas entonces tampoco iré — dijo sacando su teléfono celular.

— ¿Qué haces?

— Le cancelo a Cloe.

— No puedes hacer eso — corrí para detenerlo — si lo haces te odiará.

— Pero si tú no vas, yo también me odiaré por dejarte aquí sola.

— Puse mis ojos en blanco — ¿y qué quieres que haga?, ¿qué baile sola? —pregunté.

— Podemos bailar los tres — dijo encogiéndose de hombros — Ven, no seas aguafiestas, vamos.

— Tendrás que esperarme al menos media hora, además no quiero ser un chaperón.

— Lo que quieras, le diré a Cloe que nos juntaremos en la entrada.

Evan siempre ha sido amable y ha pensado en mí, como su mejor amiga o hermana, o lo que sea en realidad, mientras me miraba en el espejo, sonreí bobamente, me alegraba que él estuviese ahora aquí, mientras me maquillaba, oí como Evan golpeaba la puerta de mi habitación.

— ¿Puedo entrar?, ¿no estás desnuda?

— Ya quisieras, entra.

Él se quedó parado en la entrada en estado catatónico sin articular ninguna palabra.

— ¿Cómo me veo? —pregunté.

— Bien, te ves muy linda.

— Lo dices solo por decir — contesté.

— No, ¿por qué mentiría?

— ¿Por lástima?, ¿por qué no temgo pareja?

—Nah, encontrarás a alguien que quiera bailar contigo, estás genial.

***

Habíamos llegado al gimnasio que se estaba usando como pista de baile, Evan a penas vio a Cloe fue a su lado.

— ¿Para esto vine?, ¿para sentarme a mirar a las parejas felices? — dije sentándome en un rincón — pero no, soy una mujer fuerte y esto no me afecta.

Miraba a todos bailar juntos, incluso Evan, estaba orgullosa, mi hijo había crecido, al fin podía hablar con alguien que no fuese yo, por mi parte sí hablaba con chicos, pero nada más allá de lo académico.

Me dirigí a la zona de bebestibles, había ponche y una chica con lentes lo estaba sirviendo.

— ¿Tiene alcohol?, quiero emborracharme hoy — dije.

— No, aún no somos mayores de edad — dijo con una voz monótona y que no le hizo gracia— ¿quieres?, sabe a uva.

— Sí, supongo que está bien — dije retirando mi vasito — volví a mi rincón de soledad.

Pensaba en el porqué nadie le ponía alcohol al ponche como en las películas, ¿por qué no todos bailaban románticamente como en las películas?, y lo más importante, ¿por qué no había un chico guapo que me sacara a bailar como en las películas?

Podría haber traído un libro, algo así como las historias de Wattpad en un concierto de Harry Styles mientras leo para acaparar su atención mientras él cantaba.

Me senté a analizar a cada una de las parejas y me imaginaba una historia para luego darles un final trágico.

¿Pasaría mi adolescencia así?, compadeciéndome y no disfrutando mi vida, es decir, cuando sea mayor ya podre hacer eso y quizás arrepentirme del porqué ahora estaba sentada imaginando cosas que jamás pasarían o ideando una personalidad a personas que no conozco con el simple hecho de observarlas.

Mientras estaba pensando, una canción me saco de mis pensamientos, All too Well de Taylor, es mi canción, pensé, cuando en mi vida jamás había tenido una relación, no lo sé, pero me sentía identificada, miraba a las parejas, me dirigí a la pista, sin miedo a nada.