27. LA NOTIFICACIÓN

8 1 0
                                    

NARRA GWEN:

Sentía que pensar en Evan de vez en cuando era como invocarlo mentalmente, es decir, ¿no les ha pasado que piensan mucho en alguien y que este se manifiesta de cierta forma?, obviamente aún no contestaba su mensaje, no quise hacerlo de inmediato, no quería que notara mi desesperación por querer responderle, es decir habían pasado alrededor de dos años desde que solo sabia de él por las noticias y su escaso Instagram donde casi no publicaba nada.

En este lugar no tenía, amigos, solo compañeros de trabajo transitorios a los cuales no podía hablar que el mismísimo Evan fue mi mejor amigo alguna vez, aunque quizás él sería el "contacto", que tanto te nombran al salir de tu carrera.

Me recosté en mi cama y con ello Hades se acurrucó en mi pecho comenzando a ronronear, levante mi celular, ¿qué podría contestar?, para mí no era tan fácil como dejar mi lugar de trabajo y volver simplemente a casa, no era así de sencillo, y para ser sincera si quería verlo, pero habían sido tanta ausencia, ¿qué pasa si las cosas cambiaban? Es decir ya éramos mucho más maduros, y ambos estaban en diferentes estatus sociales y profesionales, estaba segura de que cada cosa que Evan hiciera podría alcanzar el triunfo fácilmente, porque era alguien brillante, mientras que yo tendría que esforzarme demasiado, sé que era malo compararse, pero era inevitable no mirar al lado, cuando ambos partimos desde el mismo lugar.

***

Después de leer un poco decidí responder el mensaje.

— Difícilmente me podré tomar unos días libres— enviado. 

—Rayos, ¿dónde estás viviendo actualmente?

—En Nueva Jersey.

—¿En qué lugar de Nueva Jersey?

— Trenton City —contesté cortante.

—Interesante, un día podríamos vernos y tomar un café.

Me impresionaba como Evan me escribía de manera tan amigable como si en este tiempo nada malo hubiese pasado, ¿quizás solo yo era una persona rencorosa, o simplemente él se habían olvidado de lo que había pasado?, o simplemente maduro.

No sabía como hablarle de manera sincera, tenía miedo, de sentir cosas que ya no debería, de no dar vuelta la página

Acaricie a Hades mientras este seguía acurrucado en mi pecho, y mi teléfono celular volvió a vibrar.

— Si me dieras tu dirección exacta podría ir ahora mismo a verte ;)

Mi corazón latió de manera rápida, y dudé por un momento, quería que viniera y estuviésemos juntos conversando, pero sabía que si contestaba de forma afirmativa, solo demostraría que me sentía sola, y así era.

No quería que conversar con él fuese algo agradable que me fuese arrebatado sin razón alguna...

—¿Ahora mismo? 

—Estoy un poco cerda de ahí, podría ir en mi auto :) 

El momento más vulnerable de una persona es la soledad y el miedo a ella, sentía que podría aceptar cualquier cosa en este momento con tal de sentirme acompañada, y sentía que incluso podría perdonar a Evan de una manera tan rápida que mi propio orgullo en algún momento cuerdo me diría que fui una idiota.

— Te enviaré la dirección del edificio en donde vivo, tengo un estacionamiento libre, ya que aún no consigo mi propio auto. 

***

Después de casi una hora Evan llego a mi departamento, estaciono su lujoso auto en aquel espacio abandonado bajo mi piso, se veía bien, antes de bajar miro hacia ambos lados como si fuese perseguido.

—¿Estás bien? — pregunté.

— Sí, lo siento es un hábito que he adquirido últimamente —dijo sonriendo.

—Te invito a pasar —sonreí— podemos pedir algo para comer.

—Claro.

Subimos las escaleras, y al abrir la puerta para que él entrara se detuvo y miraba con detención todo lo que había alrededor de mi hogar.

— Este lugar es acogedor —dijo encogiéndose de hombros.

—Es un departamento de paso, en algún momento tengo pensado irme a una casa o algo por el estilo —contesté mientras servía un poco de té.

—Yo pude adquirir una vivienda en Los Angeles, podrías ir a visitarme un día —dijo sonriendo.

La conversación se sentía un poco tensa, y falsa, no lo sé, era difícil pretender que éramos amigos o algo por el estilo después de todo lo que había pasado.

—Sé que debes estar incómoda, lo puedo sentir sin la necesidad de que me lo digas, Gwen no soy tonto, sé que te incomoda nuestra relación, pero espero que podamos volver a ser amigos.

—Claro que no me siento incómoda —mentí.

—Entonces está bien —dijo sonriendo.

Comenzamos a hablar sobre nuestros futuros proyectos, pero me sentía una mentirosa, el camino de Evan era tan brillante, proyecto tras proyecto de cuantiosas cantidades de dinero, y para no quedar atrás dije lo mismo sobre mi, me comento de todos los lugares que ha podido visitar y los museos a los cuales pudo asistir, realmente era genial.

De pronto su teléfono celular comenzó a sonar una y otra vez, pero él rechazaba las llamadas, me lanzaba una mirada un poco incómoda, y volvía a poner el teléfono sobre la mesa de centro.

—No te preocupes por mí, puedes contestar, si quieres te doy espacio, puede ser por trabajo o algo así —dije sonriendo.

—No, no es por trabajo.

El teléfono siguió sonando, y fue entonces cuando él contestó mientras se dirigía al pequeño balcón, oí como sonaba la voz de una mujer preguntando donde estaba y porque se había ido de casa sin dar aviso.

Seguramente era su novio, oía como Evan contestaba de que estaba con un amigo hablando de trabajo, y haría lo posible por volver.

¿Un amigo?, ¿acaso estaba mintiendo sobre mí?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OUR SONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora