9. HASTA PRONTO

47 6 0
                                    

NARRA GWEN:

Al final no tuvimos sexo, al menos yo decidí eso, supongo que no sería bueno si él se iba y ese fuese el último regalo, algo tan importante, no debía ser así, supuse.

Estábamos fuera de casa, el padre de Evan había llegado en su camioneta, donde él llevaría sus cosas para la universidad, todos se despedían de él, y yo sentía un poco de vergüenza hacerlo frente a todos, en la noche nos besamos, y ahora como debía hacerlo, ¿besándolo?, ¿darle la mano?, realmente no lo tenía claro, hasta que toco mi turno.

— Hola Gwen —dijo su padre desde el asiento del conductor.

— Hola.

Evan se acercó a mí y me llevo a un lugar con un poco más de privacidad, prácticamente en uno de los puntos ciegos del vehículo, para que su padre no nos viera.

— Te extrañaré mucho, recuerda que siempre serás mi mejor amiga.

— Sí, tú también, ¿y ahora que procede? — pregunté.

Evan me abrazo tan fuertemente, ninguno de los dos nos queríamos soltar hasta que oímos a su padre decir que debían apresurarse. Ambos nos miramos sin despegar nuestra mirada del uno al otro.

— Creo que debes irte — volví a decir.

— Evan tomo mi rostro con delicadeza y me beso.— Me mantendré en contacto, cuando sean las vacaciones lo primero que haré es venir a verte, este es solo uno hasta luego — dijo sonriendo.

— Está bien, no pierdas el contacto y no me olvides cuando seas un chico universitario.

— No lo haré, ni tú te olvides de mí cuando seas una chica universitaria.

— Claro que no, también volveré para las vacaciones, así que espero encontrarte.

— Sí, te quiero mucho — dijo besándome nuevamente para ir corriendo a la camioneta.

Vi como la camioneta se iba haciendo cada vez más pequeña, entre a casa mi madre estaba ahí con una gran sonrisa.

— Creo que ganaste la apuesta.

— No lo hice por la apuesta.

— Sabía que en el fondo ambos sentían cosas el uno por el otro, espero que sean felices a futuro.

Solo subí las escaleras, y me recosté en la cama, me sentí triste, pero si siempre íbamos a estar en contacto no me molestaba del todo, después de todo hicimos una promesa.

Sentí como mi teléfono vibro, era un mensaje de él.

Evan: Te quiero y ya te extraño.

También te extraño, recuerda escuchar nuestra lista compartida de Spotify — enviado.

***

Pasaron los días y yo tenía que ir rumbo a mi universidad, aquella no tenía dormitorios, así que debía arrendar un apartamento o algún lugar donde poder quedarme, y trabajar para poder pagar todo esto.

Así que ahí estaba paseándome con una maleta en algún sitio de la ciudad de Delaware.

Saque mi celular para mandarle un mensaje a Evan, y contarle esta anécdota, después de todo seguía siendo mi mejor amigo, y también esto evitaba a sentirme menos sola.

Estoy buscando un alquiler, es divertido porque en dos días entro a mi universidad, y no tengo idea donde encontrar un lugar donde quedarme— enviado.

Seguiría caminando hasta encontrar algo, extrañaba demasiado a Evan, esperaba de todo corazón que las cosas estuviesen funcionando para él, y que pudiera tener un montón de amigos.

OUR SONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora