26. UN MONTÓN DE PENDEJADAS

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NARRA GWEN:

Pasaron cinco años, era ayudante y asistía a directores con sus nuevos proyectos, incluso a veces tenía que corregir guiones de obras de teatro, hasta ahora nada popular, nada que saliera en la pantalla grande, ni siquiera uno de esos comerciales que ves y suele darte vergüenza ajena, pero estaba recién egresada y bueno, debía ser optimista conmigo misma.

— Gwendolyn, necesito que corrijas este guion — dijo Samuel aventándolo a mi escritorio para luego irse.

—Idiota —dije en voz baja, aún seguía siendo mi jefe por muy estúpido que fuera.

Trabajaba en una oficina, un pequeño edificio de Nueva Jersey, también vivía en un edificio a las afueras. No muy grande, pero modesto, al menos me servía para terminar el mes por mientras salía algo mejor.

El guion que debía corregir era de Orgullo y prejuicio, estaba todo mal escrito y parecía que nadie podía escribir la esencia de Jane Austen. Comencé a leer y a marcar cada error que tenía para que así Samuel lo viera.

***

Finalmente, las siete de la tarde, tomé mis cosas y decidí irme, pase por una pequeña cafetería para comer mi dosis diaria de azúcar y recorrer el pequeño parque hasta llegar a mi hogar.

Pensaba en todas aquellas personas que actualmente no le hablaba, quizás porqué ya todos éramos mayores y muchas veces la edad, el trabajo y todo aquello te separa de tus amigos.

Llegue a mi departamento y Hades me esperaba en la entrada, era mi pequeño gato o como le decía mi pequeña panterita, al irme de casa mamá pensó que sería buena idea que si iba a vivir sola mejor adoptara alguna mascota que me hiciera compañía, ya sabes para no caer al borde de la locura por soledad.

Toque mi teléfono para oír algún mensaje en el contestador y nada, como de costumbre, prendí mi celular y puse la lista de Spotify que solía compartir con Evan, pero esta no era actualizada desde hace dos años, la primera en la lista como siempre era Disco 2000.

Mire por la ventana y veía al gato del vecino que le valía madre estar al borde del balcón, y al parecer a su dueño también, algunas veces intente hablar con él, pero jamás salió.

—No deberías gastar así tus siete vidas — dije.

Tome a Hades en mis brazos y ambos miramos por la ventana, saque mi celular y vi el Instagram de Evan, estaba en Alemania grabando una escena para una serie, el mes pasado había estado en Italia, y el anterior estaba en Argentina, había viajado más veces de las que yo podría hacer en toda mi veintena.

Ya casi no hablábamos, y al parecer él estaba saliendo con una de sus compañeras, una chica alta y rubia que aparecía en todas las fotos con él, así es amiga, entiendo que él es todo tuyo.

Ranjit era el único chico del pasado con el cual seguía teniendo contacto, incluso si volvió a vivir a la India.

—¿Crees que moriré sola y fracasada Hades?, si maullás lo tomare como un sí —dije mirándolo a sus ojos verdosos.

—Miau.

—Es todo.

***

Al otro día volví a la oficina, aún estaba Samuel con su cara de estúpido, tenía cara de no saber nada, pero él era el jefe, no había nada que objetar más que el bajo sueldo que me estaba dando por este proyecto.

—Gwendolyn, ¿qué opinas sobre que los actores o actrices terminen en una relación con el director? —dijo desde su escritorio que estaba unos cuantos metros frente al mío.

—¿Tienes algo en mente?, ¿quizás salir con alguna de las chicas que interpretaran la obra de orgullo y prejuicio?, déjame decirte que el trabajo que me mostraste ayer la misma Jane lloraría.

—Claramente, el guion es perfecto, y tú lo mejorarás más, claro, imagina, tenemos una obra exitosa, todo depende de las actrices y las muchas mujeres que aman esta historia del chico perfecto, yo podría ser el chico perfecto, bueno saldré a fumar —dijo levantándose.

—Era una cagada trabajar con este tipo, pero todo esto podría cambiar mi futuro.

De pronto mi celular comenzó a vibrar, una notificación de una persona que quería comunicarse conmigo a través de Instagram. Al abrirlo era Evan.

"Hola, iré a visitar a mi madre, y recordé que estarás de cumpleaños pronto, ¿qué te parece vernos?"

Suspire antes de contestar, y recordé todas las cosas que paso en este tiempo, quizás a él no le importaba, pero ¿debía contestarle?, ¿debería consultarlo con la almohada?

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