25. ALINEACIÓN

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NARRA GWEN:

Por alguna razón me había resfriado y al mismo tiempo estaba en el primer día de la menstruación, perfectamente alineados, trataba de no limpiarme la nariz muy fuerte para no sembrar el propio caos en mí. Odiaba estar así, ya que la mezcla de depresión, autodesprecio y finalmente la mirada a mi futuro trágicamente desencadenante al desastre me hacía pensar mucho más de lo normal, pero ahora en este instante no pensaba tanto en Andrew o en Evan, sino en el dolor y en lo mucho que extrañaba respirar con normalidad.

Por otra parte, desde mi habitación oía cómo mi madre hablaba con alguien en el primer piso y contaba cómo estaba mi vida, algo así cómo, "está estudiando, pero su vida romántica es un caos, la otra vez trajo a un chico, Andrew es de Inglaterra y verás sus costumbres son muy diferentes, creo que se vio opacado y volvió a casa rompiéndole el corazón a Gwen qué casi no sale de su habitación desde entonces".

Lindo pensé para mí, mi madre a pesar de ser psicóloga en este momento no estaba siendo fiel a aquel juramento del que tanto habla, "sé muy bien guardar los secretos, algo así como relación paciente psicóloga", pues no lo veo así, no soy una persona que realmente se abra contando sus cosas, pero en estos momentos pensaba en que debía ser una tumba con mi madre, es decir mujer, nadie te está poniendo una pistola para que cuentes estás cosas a quién sabe, no diferenciaba aquella voz y tampoco bajaría a comprobarlo.

Finalmente, volví a tomar mi celular y ahí estabas mensaje de Andrew, lo había leído en la noche, pero quise hacerme la tonta, ¿no qué siempre lo hago?, no sabía qué hacer realmente, ¿y si callaba mis sentimientos y era cómo esas chicas exitosas qué solo piensan en dinero en vez del amor?

Eran las 13 pm y aún seguía en la cama, lo sé, soy perezosa, seguía oyendo la voz del primer piso despidiéndose (gracias a Dios), así que bajé.

Voy a encarar a mi madre, lo sé muy bien, ando muy emocional y no debería hacerlo si una de las dos sale mal. Por lo general, sería yo, estaba de que ella iba a fingir demencia.

Espere unos minutos hasta estar segura, y efectivamente ya no había nadie, salí de mi habitación y comencé a bajar las escaleras fingiendo que iría a buscar algo para comer, y ahí estabas tú, leyendo el periódico.

—¿Con quién hablabas? – pregunte acercándome a ella.

—Ah, una compañera de clases de pilates, no la conoces —dice sin dejar de ojear el periódico.

—Mamá, no me gusta qué le cuentes mis cosas a gente extraña.

—No he hablado nada de ti.

—Te oí, no soy una tonta mamá.

—Ya está bien —dijo en tono casi inaudible— le había comentado de ti. Y bueno, ella me preguntó.

—No es justo, no porque te pregunten, realmente tienes que decir eso.

Ella se quedó en silencio fingiendo que seguía leyendo algún apartado del periódico.

Volví a mi habitación con un nudo en la garganta, era realmente innecesario hablarle aún sabiendo qué en realidad no le importaba, en este momento deberías apoyarme mamá —pensé.

Volví a tomar mi celular y aún estaba el mensaje de Andrew, no era tan profundo si lo analizaba, pero en estos momentos, yo era un caos hormonal, "Los chicos y yo te esperamos en casa", eso era lo que decía aquel mensaje y no sabía que contestar realmente, si decía algo como "También los extraño", sentía que sonaba arrogante y dejando de lado lo que sentía Andrew, aunque, por otro lado, ¿por qué no había escrito que él me extrañaba?, es decir Raj cada vez que podía me escribía y me comentaba sobre las cosas que hacía o solamente compartía memes sin decir nada.

Miraba el techo completamente perdido en mi existencia hasta que sentí que mi puerta se abría. Obviamente era Evan.

— Mi mamá te dijo algo o solo te dejo pasar sin decir ninguna sola palabra —dije aún acostada mientras contemplaba como masticaba chicle con la boca abierta, totalmente desagradable.

—Si, me dijo que estabas un poco irritada, probablemente porque estabas en tus días —dijo sentándose a mi lado — te traje chicles, son como las grajeas de Harry Potter, se las compre a un tipo de dudosa procedencia, espero que te toque uno bueno de camino aquí puedo decirte que al menos escupí unos cinco.

—Los tomé para no ser descortés, pero obviamente no comería dicho veneno de ratas.

—¿Andrew te ha escrito?, tu madre dijo algo de que también estabas enojada por ello, tampoco quiero presionarte con la pregunta del otro día, si quieres que sigamos siendo amigos lo respetaré, pero no miento al decirte que sí siento cosas ... Cosas de hombre — dices otra vez riéndote.

— Aunque no me gustaría ser parte de un triángulo amoroso, en estos momentos no sé cuál es la respuesta correcta, seré sincera contigo — dije volteándome hacia ti y mirándote a los ojos — siento algo por ti, pero también lo siento por Andrew.

—Pero podrías averiguarlo —dices aun masticando ese desagradable chicle que me desconcentra de todo aquello que dices.

—Solo quedan tres días para volver con los chicos, pronto ambos volveremos a clases, y quién sabe si me seguirás queriendo con tanta devoción.

— Ya sé —dijiste — ya que hoy debes estar muerta por el dolor y tu madre hoy trabaja en el turno de noche, ¿Te gustaría que viéramos juntos Beetlejuice?, y mañana y pasado podríamos salir, no quiero presionarte, pero quiero que me digas si algo cambio desde entonces.

— Está bien, entonces trae la pijama y palomitas, y por favor deja de masticar eso con la boca abierta.

—Nos vemos en la noche — dijo cerrando la puerta.

—Estaba en mis días, así que no pasaría nada inapropiado y de igual manera era un río de mocos, así que de cierta forma me sentía tranquila.

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