amor gitano

CAPITULO 30

Rocío paseaba por los hermosos jardines desfrutando de la tranquilidad de la noche, dejo que sus piernas la guiaran hasta la fuente y se sentó en el borde, cerró los ojos unos instantes y dejo que el aroma de la flores la envolvieran trasladándola a su antigua vida, recordó el sonido de los riachuelos junto a ese mismo aroma y un escalofrió recorrió su cuerpo. En un intento de apartar esos pensamientos tan dolorosos para ella de su mente metio la mano en las aguas y refresco su rostro.

-Hace una noche preciosa ¿no crees? – susurro mirando a Enrique que se acercaba a paso cansado hasta ella , le tendió la mano y la guio hasta un banco cercano para acomodarse a su lado , con cariño le cogió una manos entre las suyas y le sonrió con tristeza mirando el cielo estrellado

-Tienes que encontrar la manera de recomponerte mi tesoro – le acaricio la mejilla con cariño y suspiro preocupado – Roció la vida sigue , tienes una niña preciosa y estas rodeada de personas que te queremos muchísimo

-Lo sé. Aurora es quien me ha dado las fuerzas para seguir adelante y por ella sigo en pie – izo una pausa para reflexionar unos instantes antes de seguir – estoy bien, no tenéis que preocuparos tanto por mí. como tú dices la vida sigue

-Si pero esa herida de tu corazón nunca cerrara del todo y créeme temo que te pierdas en la oscuridad en la que te empeñas en encerrarte. No es bueno encerrarte en sí mismo , tienes que sacar todo eso que te correr por dentro

-Enrique estoy bien, de verdad. no tienes por qué preocuparte

-Ay mi niña –suspiro – hasta que no aceptes que estas herida no podrás empezar a sanar – el anciano negó con la cabeza – he estado pensando y creo que te vendría bien alegarte una temporada .- los ojos de Rocío se abrieron de golpe

-¿dónde me quieres mandar? –en anciano rio

-No, no. quiero decir que te vendría bien alejarte un poco al menos durante un tiempo, yo tendre que viajar pronto, tengo unos negocios muy importantes entre manos. Si te apetece podrías venir con migo te aria bien

-Roció jugueteaba con su collar entre sus dedos pensativa en absoluto silencio

-Solo piénsalo. además , - continuo con la voz entre cortada – en unos meses será la feria y no creo que sea conveniente que estuvieras aquí

-¿por qué? – exclamo clavándole la mirada

-Veras según me han informado va a ser la más grande en años y me atrevería a decir que tu gente estará presente pues no es ningún secreto que la gran mayoría de sementales que adquirimos les pertenecen a ellos y los ingresos que reciben son muy elevados

-Entiendo – susurro bajando la mirada – lo pensare

-el amanecer había dando paso a un nuevo día y Rocío todavía le daba vueltas a la opción de alejarse con Enrique pues no había podido apartar de su mente la idea de tener a Nicolás tan cerca , habían pasado casi cuatro años desde que se despidieron y partió con el clan no había vuelto a tener noticias de él y aunque su alma anhelaba volverlo a ver ,su sensatez le gritaba que se alejara todo lo que le fuera posible pues sabía que de una forma u otra volverían a encontrarse y no estaba preparada pues no había podido apartarlo de su mente ni un momento .

-Que dios se apiadara de ella

-Abrió le ventana dejando que la suave brisa acariciara su rostro , apoyándose en el marco de la venta suspiro dejando que sus pensamientos navegaran de nuevo, sus ojos se empezaron a enturbiar pues todavía le dolía todo lo que había pedido , verse en la situación que se había visto obligada a vivir . repudiada alejada de todo lo que conocía, cerró los ojos con fuerza y agradeció a Dios que Enrique hubiera aparecido en su vida pues no sabía que abría sido de ella y su pequeña sin él.

-Miro a su hija que dormía plácidamente en su cama.

-Enderezo sus hombros con decisión y se acerco hasta la pequeña con cariño le acaricio los oscuros rizos de su cabeza y le prometió

-Are cualquier cosa por tu felicidad mi Aurora, peleare con uñas y dientes pera que tu vida sea diferente a la mía, yo nunca te apartaré de mi lado. prometo ser más fuerte y no dejar que los fantasmas de mi pasado arruinen nuestro presente.

-Horas más tarde Enrique la esperaba en el jardín , el anciano le sonrió con cariño al verla acercarse hasta el , espero a que se acomodara junto a él y le pregunto

-¿ya te has decidido? – aunque intentaba aparentar serenidad la angustia se le reflejaba en la mirada

-Si – contesto al cabo de unos momentos cogiéndole la mano – lo he pensado mucho y creo que lo mejor es quedarme aquí y esperar por tu regreso

-¿estás segura?

-Si. no saldré de mi casa huyendo. me enfrentare a lo que sea necesario – el anciano negó con la cabeza preocupado abrió la boca para hablar pero Roció lo interrumpió – una persona me dijo una vez ,que a los problemas no se les da la espalda si no que se enfrentan , porque si dejas que tus temores tomen el control de tu vida acabaran por destruirte y eso , no lo voy a permitir - Enrique le sonrió de medio lado

- no saldré hullendo como si hubiera echo algún daño. No. me quedare al cargo de la hacienda con la ayuda de los muchachos y me encargare personalmente de que este año sea un éxito para nostros

-Rocío temo por ti

¿Por qué? – dijo acariciando su mejilla

-No quiero que sufras y si los vuelves a ver esas heridas volverán a sangrar al fin y al cabo son tu familia

-Tú también eres mi familia, eres como padre para mí y un abuelo para mi hija. no, no – negó varias veces con la cabeza – aparta esa idea de tu cabeza ¿de acuerdo? Porque nunca te abandonare Enrique , tu has sido mi refugio mi consuelo , mi fortaleza , te debo la vida – las lagrimas de ambos empezaron a caer dejando ver lo mucho por lo que ambos habían pasado y habían superado juntos – escúchame bien mi viejito , nunca , nunca te abandonare

-Enrique la estrecho entre sus brazos en un fuerte y largo abrazo

-Te quiero tanto mi niña - susurro junto a oído – eres como una hija para mí siempre contaras con migo. perdona a este viejo sentimental – dijo apartando las lagrimas de sus mejillas .- no me gusta la idea de separarnos , el viaje será largo además si algo malo te pasara yo yo no lo resistiría

-Eso no pasara. – lo tranquilizo – José y los demás cuidaran de mi. aquí estoy a salvo

-El anciano asintió sabia ala perfección que se quedaba en buenas manos