Dos días después. . .
Joven choi ¿usted se encuentra bien?, Lleva varios días murmurando cosas extrañas ya es hora de la nueva medicación...
— Estoy bien, solo extraño mucho a Hueningkai, hace tiempo no pasamos una noche juntos.
Ustedes llevan juntos varios años... Ya estas acostumbrado a ser su chicle, estar junto a el. —Hablo la enfermera Dahyun, mientras inyectaba el tratamiento del menor en la habitación en la solución que entraba a través de una vía intravenosa.
— Así es, desde que el ingresó, aún recuerdo bien lo mucho que lloró ese día, lo flaquito que era, su cabello despeinado y lo precioso que se veía cuando se quedó dormido con su peluchito.
Tenia que ser así, ustedes son almas gemelas, nunca había visto una pareja tan linda.
— Usted sabe que no somos la única pareja del hospital... Usted y Jackson por ejemplo...
— La mayor tosió tirando un par de envases al piso al tropezar con el carrito de las medicinas al llevarse esa respuesta del menor, ella y Wang no eran nada formal realmente, ambos se atraían pero no pensaba que alguien lo fuera notado.
¿Tu cómo sabes que hay algo entren el Doctor Wang y yo?, es decir, intentamos ser lo más discretos posibles.
—Dahyun ssi, yo percibo el mundo como nadie lo hace, o bueno, nadie normal lo hace, además los eh escuchado hablar mientras me ponen mi tratamiento, estoy sedado, no sordo.
—La chica ruborizada camino hasta el carrito de medicinas, colocando las gringas usadas ahí y el resto de los utensilios usados, intentando actuar de lo más casual posible, cosa que claro era un poco difícil con tremenda personalidad que se cargaba el chico en la camilla.
Ni una palabra de esto a otras personas, ¿Está bien Choi?
—Como usted diga señorita.
– Y así como cae la noche, calló la penumbra en aquel hospital, silencio, uno que otro quejido de otros pacientes, el sonido de las tuberías, los ruidos de las ramas de los árboles chocando contra la ventana, el susurro del viento llevándose todas las palabras que se soltaron al vacío aquel día. El azabache se encontró a si mismo perdiendo el tiempo mirando por ve tu a saber que tanto tiempo las desgastadas paredes tapizadas de su habitación, esa donde había estado por varios años, y que se han ido decolorando con el paso del tiempo.
— Que frío...
– Murmuró levantándose para ir a la ventana que estaba a unos metros de su cama, descalzo caminó hasta la susodicha, haciendo algo de fuerza para levantar el vidrio corredizo, desde su habitación se podía ver el patio de juegos donde el y otros niños solían pasar las tardes distrayendose a si mismos de su cruda y triste realidad, seres tan jóvenes abandonados por sus familias por estar mentalmente dañados «defectuosos» como llegó a escuchar una ves a su padre, del cuál ya casi ni recordaba su rostro, ahora era una sombra como las demás. Y divagando por los pasillos de sus memorias, ahí estaba el, observando al pequeño huening, con su cabello ondulado y escuálido cuerpecito, correteando de un aparato a otro, mientras el desde ese mismo lugar, sonreía y esperaba ansioso a qué este regresará de jugar para pasar la noche hablando y jugando con sus peluches en esa misma habitación que compartían.
— Nunca debió pasar... Nunca debí conocerte.
– Susurro para si mismo observando el vacío, desde que fue internado, siempre sintió que Dios lo condenó eternamente a vivir encerrado en ese bendito hospital, no podía evitar sentirse ahogado, como si alguien constantemente tomara su cuello y lo apretara hasta el punto de sentir su tráquea crujir y romperse, era agobiante, aún con todos los tratamientos posibles, las alucinaciones, la paranoia, los ataques, nada desaparecía, el siempre se preguntó ¿Acaso fui alguien tan malo en mi otra vida para estar sufriendo está tortura ahora?.
ESTÁS LEYENDO
LᴏS̶ᴇʀ // 𝐿𝑜𝑣𝑒𝑟 ✍︎ ❄︎ Sookai ❁
Fanfiction. 𖥻 ˖ ࣪ ♡ ࣪˖ ✦ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬࣪▭𝅼▬࣪▭𝅼▬࣪▭𝅼 ╭➪ Dónde un pequeño Hueningkai es enviado a un hospital psiquiátrico por sus padres al enterarse que es homosexual. Y en este dichoso hospital, conocé a Choi soobin. Todo esta...