Capítulo 11: ¿Debería hacer eso?

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Lan WangJi se detuvo delante del departamento con el número 2 y espero pacientemente mientras Wei WuXian abría sacaba la llave de su pantalón y abría la puerta.

El recibidor era pequeño, al igual que el resto del departamento, bastó una mirada para que Lan WangJi recorriera todo el espacio.

Mientras se agachaba para dejar las bolsas en el piso, el alfa miró de reojo a Wei WuXian y dijo repentinamente: —Conozco una persona en bienes raíces, podría pedirle que te ayude a buscar algo más grande, puedo pagar el depósito si es que no cuentas con el en este momento.

Wei WuXian lo miro boquiabierto, asimilando las palabras que Lan WangJi, acaso ¿Le estaba diciendo pobre o algo por estilo?, no pudo evitar resoplar mientras cruzaba los brazos sobre su pecho: —Por supuesto que soy capaz de pagar el depósito de algo más grande, simplemente prefiero un espacio pequeño, este es un lugar perfecto para una sola persona, una casa grande se sentiría demasiado fría y solitaria para mi. —como el Jingshi, pensó Wei WuXian con cierta nostalgia.

Lan WangJi se tensó ligeramente, captando la forma en que su voz se quebró en las últimas palabras que dijo, así que decidió que lo mejor sería cambiar de tema. —¿Tienes un par de pantuflas extras? —preguntó mirando las familiares pantuflas negras de conejo que hacían falta en la zapatera de su casa.

Fue el turno de Wei WuXian de tensarse, pero minutos después se giró hacia la cajonera de donde sacó un par de pantuflas, de color azul con dos orejitas de conejo en la parte delantera y las colocó frente a Lan WangJi, haciendo que la mente del alfa le mostrara un recuerdo de un mes atrás, cuando el omega aún lo recibía de esta manera en su hogar.

Después de colocar las pantuflas para Lan WangJi en el suelo, Wei WuXian se sacó los zapatos y metió sus pies en sus propias pantuflas, mirando discretamente al alfa mientras levantaba las bolsas de compras y se adentraba al interior del departamento.

Se supone que solo subirías las bolsas ¿No es así? ¿Aún no te irás? Acaso... ¿Quieres juzgar la forma en que vivo? Bien, haz lo que quieras, pensó mientras seguía a Lan WangJi al interior y le quitaba las bolsas para llevarlas a su cocina.

Mientras Wei WuXian desaparecía en la cocina, Lan WangJi no pudo evitar inhalar profundamente al mismo tiempo que sentía como su cuerpo se relajaba de todo el estrés que había acumulado estos días, el dulce olor a menta llenaba el departamento, cálido y fresco al mismo tiempo, dando una familiar sensación de tranquilidad.

Lan WangJi se dió cuenta de que Wei WuXian no había comprado muchos muebles , la mayoría eran los que se había llevado del Jingshi, tenía un pequeño estante contra una pared, con las pequeñas figuritas de conejos que había adquirido a lo largo de estos tres años, en su mesita de café estaba su laptop roja y un par de anteojos de lectura, con varios papeles a su alrededor, sobre la mesa a un costado del sofá seguía una taza con restos de té de jengibre, y una suave manta estaba colocada al azar en el sofá más pequeño.

En el alféizar de la ventana había una maceta de piedra, redonda y grande, llena de agua de donde salía una pequeña flor de loto, y al alfa no le resultó extraño ya que si alguien podía hacer crecer una flor de loto en un espacio tan diminuto, ese era Wei WuXian.

Lan WangJi estiró su mano, deslizando las yemas de sus dedos por una de las hojas blancas, aprovechando para liberar un poco de escarcha de sus palmas para mantener más fresca a la flor.

Wei WuXian salió de la cocina a los pocos segundos, sin apartar su mirada del alfa, el tono blanco de los pétalos de la flor de loto hacia un perfecto contraste con su camisa y fue entonces que el omega recordó que seguía usando su abrigo, si fingía que no recordaba que Lan WangJi se lo había puesto, ¿Podría conservarlo?

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