💙Extra: Regalos

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Lan WangJi se recargó en el umbral de la puerta de la cocina, sonriendo al ver a Wei WuXian muy concentrado en lo que hacía mientras tarareaba la melodía que el Alfa solía tararear frecuentemente para él.

Se acercó en silencio, rodeando con sus brazos la cintura del Omega y dejando un pequeño beso en su cuello, ganándose un suave ronroneo.

—Me encanta escucharte ronronear—, murmuró Lan WangJi, presionando otro beso.

—Basta, harás que arruine el pastel—, regañó Wei WuXian, pero volvió a ronronear cuando las manos del Alfa se movieron hacia su vientre, acunando con extrema delicadeza la pequeña hinchazón que se asomaba ahí. —¿Crees que tu tío se de cuenta antes de que se lo digamos?—, preguntó Wei WuXian, volviendo a ronronear cuando sintió las frescas feromonas del Alfa emanar de su palma y concentrarse en ese lugar.

—Espero que no—, murmuró Lan WangJi, aunque no podía asegurarlo del todo ya que, a pesar de que Wei WuXian estaba por entrar en el segundo trimestre del embarazo, su vientre había brotado una mañana, como si el bebé supiera que ya no era necesario ocultarse.

Además, el bebé estaba sano y había alcanzado el peso esperado para el cuarto mes de gestación.

Wei WuXian lloró en el consultorio, el día anterior, cuando fueron juntos a su revisión mensual, al escuchar los fuertes latidos del corazón de su bebé y lo vió por primera vez en el ultrasonido.

Wen Qing le había lanzado una mirada asesina a Lan WangJi al principio, cuando entraron a su consultorio, pero al verlo consolar al Omega con tanto cariño, su recelo bajó de intensidad, aunque le hizo la sugerencia —amenaza en realidad, no muy sutilmente—, de que siguiera nutriendo a Wei WuXian y al bebé con sus feromonas, para que el embarazo continuara sin problemas.

—Sabes—, dijo Lan WangJi, levantando su rostro para alcanzar el oído de Wei WuXian, susurrando: —Ya sé lo que quiero de cumpleaños.

Lan WangJi beso la oreja de Wei WuXian, sonriendo cuando sintió su cuerpo temblar entre sus brazos antes de que dejara en el plato la manga con la que estaba decorando el pastel que había hecho.

—Hey, te pregunté hace días qué ibas a querer de cumpleaños y me dijiste que nada—, respondió Wei WuXian, acusadoramente.

—Hace unos días aún no sabía si estaba permitido pedir eso—, tarareó Lan WangJi, girando al Omega entre sus brazos para poder verlo de frente.

—¿Y qué es eso que Lan Er-gege quiere pedir?—, cuestionó Wei WuXian, levantando su mano para cardar el cabello bien peinado de Lan WangJi, que seguía ligeramente húmedo de la ducha que había tomado mientras Wei WuXian terminaba de decorar el pastel.

—A ti—, murmuró Lan WangJi, agachando su rostro para alcanzar los labios de Wei WuXian mientras sus manos tiraban de su cintura con delicadeza y lo colocaba sobre la encimera de la cocina.

—Lan Zhan, tu tío está a punto de lle...—, logró decir Wei WuXian sobre los labios del Alfa, pero fue interrumpido cuando Lan WangJi volvió a besarlo, al mismo tiempo que sus manos abandonaban su cintura, deslizándose debajo de su sudadera y camisa, acariciando la piel de su vientre.

Wei WuXian no pudo reprimir el gemido que escapó de sus labios ante ese simple toque, sentir sus manos sobre su sensible piel seguía haciéndolo sentir escalofríos.

Lan WangJi respondió con un suave gruñido, mordiendo ligeramente el labio de Wei WuXian mientras continuaba acariciando su vientre.

Habían pasado casi tres semanas desde su cena y, ellos no habían querido ir más allá de los besos y no muy sutiles provocaciones.

Nuestra Vida Después Del Divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora